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The Bellrays, ‘soul’ y rock sin postureo

La banda de EE UU gira por España con su sudorosa liturgia de soul y rock

The Bellrays en la sala El Loco Club de Valencia
The Bellrays en la sala El Loco Club de ValenciaJose Jordan (EL PAÍS)

Lisa Kekaula se pinta los ojos sentada en el camerino, su espectacular arbusto afroamericano todavía recogido con una cinta. Esta noche el grupo californiano arranca una gira por Europa y se la nota en su salsa. Afanosamente dedicados a la sudorosa liturgia del soul y el rock’n’roll, llevan The Bellrays desde 1990 predicando la enérgica verdad de una música demasiado genuina para emerger desde el subsuelo. ‘’Nuestro trabajo está en la carretera’’, explica Kekaula. ‘’La gente suele hacer lo que le han enseñado, cuando tu vida debería dictarla el corazón. Dicen que la motivación es el dinero, pero no es así’’.

Sin álbum a su nombre desde 2010 con Black Lightning, en este lapso Kekaula y su pálido esposo, el guitarrista de gruesas gafas y pelo canoso Bob Vennum, asumieron la experiencia española de Lisa & The Lips, banda con músicos autóctonos, y más tarde editaron un disco de versiones cuya selección, Black Sabbath o Stevie Wonder, define su retroactiva síntesis de R&B y punk. ‘’Escucho música actual, pero hay mucha mierda ahí fuera que poluciona el alma’’, confiesa. ‘’A veces prefiero el silencio a dejarme imbuir por Spotify’’. ¿Acaso siente resquemor ante la pujanza mediática de bandas como The Black Keys o Alabama Shakes?: "No se trata de ambición, sino de saber lo que quieres. Cuando me miro al espejo, sé lo que quiero. Soy feliz’’.

Quizás The Bellrays sean currantes de tercera división, pero su perspectiva resuena auténtica. Cuando la mayoría de grupos se ven sujetos a una engañosa exposición mediática, ellos colman las expectativas que otros más famosos ni siquiera imaginan. ‘’La gente se siente afectada poderosamente’’, sentencia. ‘’Hacemos algo que ni siquiera sabían que existía. Veo sus expresiones sorprendidas, solo han conocido el hype y al vernos comprenden la realidad’’. El mayor ingrediente de la fórmula es la rugiente garganta de Kekaula, que creció admirando a la feroz Tina Turner. Sus modelos son Etta James y Roger Daltrey. Como dice Vennum: ‘’Había simbiosis entre sus voces y lo que interpretaban’’.

Queridos en el viejo mundo, The Bellrays se lamentan de que en Estados Unidos solo se valore el dinero. ‘’Es en cierto modo una cultura boba’’, admite Vennum. ‘’Hay grandes músicos, el público acude a los conciertos, no es algo muerto, pero a la que sobrepasas un cierto nivel todo se reduce a ventas y beneficios. Resulta decepcionante. Todo lo que este país inventó, el jazz o el rock, nos es arrebatado por el resto del mundo’’.

¿Qué opinan de la eclosión de jóvenes artistas soul, émulos descafeinados de épocas menos virtuales? ‘’Hoy nadie quiere soul o blues real’’, ataca Lisa. ‘’El rock’n’roll ya no es un sonido, es una imagen, una etiqueta para vender moda’’. Vennum asiente: ‘’Cuando un clásico del soul cantaba parecía que toda su vida confluyese en ese momento y, sin duda, había nacido para ello. Los cantantes actuales se esfuerzan demasiado, no desprenden esa experiencia’’.

Los ojazos de Kekaula brillan cuando se menciona la vigencia de lo que señaló Lennon, que la mujer es el negro de este mundo. ‘’Lo sigue siendo’’, responde airada. ‘’Ves las estupideces que dice Donald Trump sobre criminalizar el aborto y queda claro. Si en vez de mujer y negra yo fuese un tipo blanco, delgaducho, con tejanos pitillo, nos harían mucho más caso’’.

Al rock’n’roll de hoy le falta peligro, concluimos. Y Vennum recuerda a The Who en su etapa más pujante, esa potencia destructora de Live at Leeds: ‘’Cuando tocaban fundían todo a su alrededor, no se te ocurría subirte al escenario, era peligroso. Hoy todo se reduce al postureo y a pasar un buen rato’’.

The Bellrays tocan esta noche en la sala El Sol de Madrid. Mañana 7 en Donosti, el 8 en Bilbao, el 9 en Vitoria y el 10 en Pamplona.

Gira

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