La Zona Maco del dólar desorbitado
La mayoría de obras se venden en la moneda estadounidense, lo que podría parecer devastador para las ventas, no lo es tanto
Antenas parabólicas hechas arte, intervenciones sobre alfombras, lienzos de cacao, performances, macetas que forman instalaciones. Zona Maco es el lugar donde lo extravagante se mezcla con otro arte más consagrado. Un espacio, en ocasiones irreverente, que se consolida como una parada más dentro del circuito de galerías internacionales de arte contemporáneo. Las cifras lo avalan: más de 40.000 visitantes, 13.000 metros cuadrados de exposición, cerca de 1.400 obras y 123 galerías de 25 países han confluido este año en la feria de arte más importante de México.
Pero la decimotercera edición, que termina este domingo, ha sido también la del dólar desorbitado. La mayoría de obras se venden en la moneda estadounidense, lo que al cambiarlo al peso mexicano supone un aumento considerable en el precio respecto a otros años. Lo que a priori podría parecer devastador para las ventas, no lo es tanto. El arte y los coleccionistas se mueven dentro de sus propios parámetros.
Y es que hasta la feria llegan un gran número de coleccionistas extranjeros y, entre los mexicanos que pueden aspirar a hacerse con una obra de arte, muchos mueven cómodamente sus finanzas en dólares. “Se nota sobre todo entre los coleccionistas amateurs o ente aquellos que simplemente quieren tener una obra de arte en su casa. Se desaniman con el precio”, aseguran desde la Galería Labor.
Lo cierto también es que en Maco se vende menos que en ferias como las de Miami o Montreal. Así al menos lo asegura Gerardo Zendejas de la galería Pablo Goebel. Una percepción que también comparten desde la galería Karma que señalan el elevado valor del dólar como una de las razones del escaso número de mexicanos entre sus compradores.
'El excusado' de Zona Maco
Pero más que por el tipo cambiario, Zona Maco ha trascendido este año por un excusado. El retrete del pabellón D del Centro Banamex, que ha acogido la feria, ha acaparado flashes y reunido a numerosos visitantes. Se ha hecho mediático. Se trata de una obra del mexicano Yoshua Okón y el español Santiago Sierra en la que el pie del WC guarda enormes similitudes con el icónico edificio del Museo Soumaya, situado en Ciudad de México y perteneciente a la Fundación Carlos Slim.
La pieza, cargada de polémica y de humor ácido, puede llegar a ser funcional y si el coleccionista lo desea quedar instalada en su propio baño. El excusado les sirvió también a estos dos artistas para hacer “una investigación en el trabajo remunerado”, relata Daniel Garza director artístico de la feria. Llegó inacabada a Zona Maco y en la inauguración un grupo de obreros se dispuso a terminarlo. Estos trabajadores se convertían así en parte de una performance y su trabajo, habitualmente alejado de los museos, acabó siendo una obra de arte.
“No planeamos que haya una obra polémica cada año, depende de las propuestas de los artistas y las galerías. En este caso fue la obra de Yoshua y Santiago. Pero hay que recordar que no es la única obra de la feria aunque sí la que más llamó la atención”, señala Garza.
Y de hecho las hay polémicas como El excusado o incomprensibles para numerosos visitantes, como Segnalamento de David Lamelas, que presenta una maceta con una palmera dentro de una rotonda de mármol. Pero también se puede admirar otro arte más consagrado, como el de Diego Rivera, Rufino Tamayo, Fernando Botero o Remedios Varo.
Por su parte, Marieta Chirulescu prefiere con sus obras indagar en el pasado de su Rumanía natal, mientras que Minerva Cuevas apuesta por piezas cargadas de reivindicación. Esta artista mexicana, cuyo trabajo acerca la galería Kurimanzutto, presenta tres cuadros elaborados con cacao, con los que se inmiscuye en el comercio de este alimento y las relaciones de poder que genera en las comunidades indígenas.
“Esperemos que el crecimiento de la feria y la incorporación de nuevas galerías no acabe con el espacio que se les da a artistas mexicanos menos conocidos”, destaca la española Idoia Fernández de la galería NF.
Y de hecho esta decimotercera edición de Zona Maco también será recordada por conseguir reunir a grandes galerías internacionales como Gagosian, Lisson, David Zwirner o Glandstone. Su presencia se suma a las de otras locales, como Kurimanzutto que permiten acercar a grandes coleccionistas, el arte contemporáneo mexicano.
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