Penélope Cruz, la nueva mirada acero azul
La actriz se suma a la ‘troupe’ de Ben Stiller en ‘Zoolander nº2’
“Está buena. Me fío de ella”. Hace 15 años, Zoolander llegó a los cines para convertirse con el tiempo en una comedia de culto. La mirada acero azul, una de las poses clásicas de su protagonista, el modelo Derek Zoolander (encarnado por el actor, guionista y director Ben Stiller), devino en una de las posturas chorras más repetidas de la historia.
Tres lustros después Stiller se ha rendido a la evidencia: llegaba el momento de una segunda parte, Zoolander nº2 (estreno mundial, incluida España, el 12 de febrero) . Y junto a Owen Wilson, Will Ferrell o Milla Jovovich, actores que salían en la original, Stiller decidió que había que sumar una actriz que encarnara a un policía de Interpol lista y buenorra —extraordinario el gag en el que la chica, muy triste, confiesa su éxito como modelo de bañadores antes de fracasar en su ascenso a las pasarelas: “Con estas peras...”—, una mujer en quien Hansel (Wilson) confía por guapa. Y llamó a Penélope Cruz. “Yo fui la primera sorprendida porque he hecho poca comedia en inglés, si acaso las dos películas de Woody Allen, y en una de ellas mi personaje se pasa todo el metraje sufriendo. Tenía ganas de actuar en algo loco. No lo buscaba, y espero que con Zoolander nº2 se me abra esta puerta”.
Para Cruz, “muy fan de la primera”, la comedia es un género muy delicado. “Es como la música clásica. Necesita mucha precisión y detallismo para que luego el público crea que es fluido, sencillo”. Y confiesa que durante el rodaje se tiraron “más de la mitad de las tomas”. La madrileña reconoce que ha ensayado decenas de veces ante un espejo su mirada acero azul. “Porque en la película hay varios cruces de miradas que se han caído en el montaje... Aunque nadie la hace como él, claro”.
¿Se puede añadir algo delante de actores así? “Stiller daba bastante libertad. Y en un momento, cuando Valentina, mi personaje, habla de su pasado, le planteé a Ben si le daba igual de dónde procedía mi personaje, a lo que me respondió que solo necesitaba que sonara curioso. Yo dudé entre Alpedrete y Albacete, y en el último segundo me decidí por Albacete”. ¿Por qué no Alcobendas, su ciudad natal? “Es un sitio tan mío que me parece que hubiera desviado la atención. Yo, cuando ruedo, dejo el ego en casa y le doy al personaje lo que necesita, incluso si debo engordar o adelgazar”. Y remata: “Pero no creo en cambios extremos de físico. Tengo dos hijos y no me voy a jugar mi salud”.
El sábado irá a los Goya a defender su candidatura a Mejor Actriz Principal por ma ma, de Julio Medem. “A disfrutar de la gala, a ver a los compañeros y a no esperar nada”. ¿Llevará discurso? “Escrito no. No creo que gane. Aunque llegará un momento en que tendré un punto de nervios”.
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