Películas para entender y/o disfrutar mejor ‘Star Wars’
Los creadores de la saga se han inspirado en figuras clave del cine, desde Akira Kurosawa a David Lean pasando por Stanley Kubrick
George Lucas tenía claras sus influencias cinematográficas cuando escribió y dirigió la primera película de La guerra de las galaxias. Y nunca las ha ocultado: el cine de Kurosowa, los seriales de Flash Gordon de los años 30, las películas del oeste (ya solo algunos temas de la banda sonora de John Williams lo atestiguan) y las películas y documentales sobre la aviación de las dos guerras mundiales, entre otras. Referencias e influencias que también han sido habituales en el resto de películas que ha producido o dirigido en la saga. Y probablemente más de una que se apreciará en la nueva película El despertar de la fuerza, dirigida por J. J. Abrams.
Ante el estreno de Star Wars VII, proponemos un listado de películas que ver para disfrutar de las películas antiguas y de todas las que están por venir. Si ya eres un fanático de la saga, más de una referencia te sonará o lo habrás pensado. Si no te llama la atención este fenómeno de la cultura popular, igual este directorio te ayudará a entenderlo mejor:
El lejano Oeste salvaje
En la escuela de cine Lucas tuvo la oportunidad de revisitar cientos de metros de cintas de westerns, un género que tuvo su auge entre mediados de los 40 y principios de los 60 pero que en los 70 estaba denostado en EE UU. La mitología del oeste cuadraba con las ideas de Lucas de hacer una película de aventuras, escapista y visualmente atractiva. Una temática que se vio reforzada a ojos del Lucas estudiante con el boom del spaghetti western, en especial de los trabajos de Sergio Leone.
Han Solo es la mezcla perfecta de John Wayne y Clint Eastwood cuando el contrabandista sale de la cantina tras matar a Greedo. Ese caminar lento, casi chulesco le delata. Así como toda la ambientación del Episodio IV, con el desértico planeta Tattooine en la frontera de la galaxia, la cantina llena de borrachos y granujas, los moradores de las arenas acechando como si fueran indios, el duelo inevitable entre Darth Vader y Obi Wan, como si tuviesen una cita a mediodía en la calle principal del pueblo, y en especial la música de John Williams, cuyos temas más western tanto deben a Horizontes de grandeza, Los siete magníficos o La conquista del oeste. Por supuesto, John Ford es una referencia constante, como por ejemplo Centauros del desierto: una granja quemada en el desierto que desata el inicio de la odisea de los héroes, un veterano y un joven ingenuo, en busca de una mujer. Esta referencia es doble en Star Wars: por un lado el inicio del viaje de Luke y Obi Wan para encontrar a Leia, y por otro es el doble intento (el primero fallido, el segundo con un desenlace brutal) de encontrar a la madre de Anakin tras ser raptada por los moradores en El ataque de los clones.
Tema principal de Horizontes de grandeza (The Big Country).
Metropolis (1927)
Decir que esta película de Fritz Lang influyó solo a George Lucas y al diseñador Ralph McQuarrie por el dorado robot (de María a C3PO) sería quedarse cortos. La película ha repercutido en muchos creadores de ciencia ficción en el cine. Metropolis tiene al robot, tiene a una ciudad futurística con grandes rascacielos y vehículos voladores, como la ciudad imperial de Coruscant (bueno, y como Los Ángeles de Blade Runner, o el Nueva York de El quinto elemento y tantas otras). Es una película de ciencia ficción hecha en los años 20 que revolucionó parte de la precaria industria de entonces. Star Wars también supuso (junto a otras películas, por supuesto) un cambio en la forma de hacer cine en los años 70.
Kurosawa
George Lucas y Francis Ford Coppola estaban tan obsesionados con el cine del japonés Akira Kurosawa que incluso acabaron produciendo una de sus películas, Kagemusha (1980). Para Lucas fue también una manera de agradecer al cineasta nipón todas las ideas y secuencias que le había "robado" de películas anteriores como Los siete samuráis (1954) y especialmente La fortaleza escondida (1958) para Star Wars. En general a Lucas le atraía toda la estética del Japón medieval y muchas de las ideas espirituales. El casco de Darth Vader tiene algo de casco nazi y algo de samurai, por ejemplo. Los jedis, su atuendo, las espadas laser también vienen de esta cultura.
De Kurosawa tomó una de las grandes ideas para la primera película, contar la historia hilvanándola a través del punto de vista de dos personajes cómicos (C3PO y R2D2, en La fortaleza los dos campesinos que se ven en la fotografía que abre este artículo). Y mucho más: ambas tramas comparten la idea de una princesa y un personaje fuerte combatiendo para pasar las líneas enemigas, la manera en que se pasa de una parte de la historia a otra con barridos, la escena en la que Luke y Leia cruzan enganchados a un cable de una puerta a otra para salvar un pozo abismal...
Kurosawa sabía de cine, era un maestro de la composición y del montaje y sabía contar historias utilizando todos los elementos. Y a él se le debe mucho de lo que Lucas, que siempre ha dicho que él es un montador, no un escritor ni un director, logró plasmar como cineasta. Y es uno de los grandes logros del cine: A Lucas le gusta Kurosawa y le imita. Al japonés le gusta John Ford y le imita. Y llega Hollywood, donde gustan Los siete samuráis y le imitan (Los siete magníficos). Ya está el círculo creado. Y al final resulta que a todos les gustaba Shakespeare y le imitan. Y a su vez a Shakespeare le gustaba a Chaucer y así una rueda infinita.
De 2001 a Naves misteriosas
El cambio de década de los 60 a los 70 del siglo pasado supuso también una variación en la ciencia ficción (cinematográfica). En los años 50 las películas sci-fi estaban muy influenciadas por el final de la Segunda Guerra Mundial, la bomba atómica y por la Guerra Fría. Los alienígenas y los robots eran casi siempre malvados. Pero el hombre llegó a la luna y Stanley Kubrick asombró a todos con 2001: Una odisea en el espacio (1968). George Lucas se quedó prendado no tanto de la historia y el esoterismo, sino de la grandiosidad de los efectos especiales y de las maquetas de las naves espaciales. Y del efecto creado para la puerta estelar que Lucas aplicó para simular el viaje a la velocidad de la luz del Halcón Milenario. Del mismo año fue El planeta de los simios (1968). En este caso la influencia es más indirecta. La Fox estrenó esta película sin mucha fé en el género y le salió tan redonda al final la apuesta (fueron cinco películas entre el 68 y el 73) que los directivos se animaron a buscar otra saga de ciencia ficción, para suerte de Lucas.
El cambio de década trajo películas como Naves misteriosas (1972) o Estrella oscura (1974). La segunda, el debú como director en el cine de John Carpenter, era algo fresco y con sentido del humor para el género. La primera está directamente relacionada con Star Wars. Naves misteriosas cuenta la historia de un científico que vive en una estación espacial. Allí tiene tres robots acompañantes, útiles, sin maldad alguna, con toques humanos, que tenían fascinados a Lucas. Si Metropolis fue el origen de C3PO, estos tres droides fueron el de R2D2, según confirmó en su día el diseñador Ralph McQuarrie, que recibió órdenes de Lucas de basarse en ellos.
Aviones de combate
The Dam Busters es una película británica de 1955 que contaba el ataque aéreo a varias presas nazis en Alemania. El filme está lleno de escenas de combate y de terminología que Lucas aprovechó para recrear en el ataque a la Estrella de la Muerte en el Episodio IV. La idea de que solo se podía destruir el objetivo colando un proyectil diminuto en un agujero pequeño sale de esta película. Para hacer esta recreación (no plano por plano, pero casi), el cineasta contrató para Una nueva esperanza al director de fotografía Gilbert Taylor, creador de los efectos de The Dam Busters.
Lucas es un enamorado de los aviones de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, siempre lo ha dicho. Y de toda la temática bélica en general, aunque siempre se ha declarado antiguerra. De hecho, la primera película de Star Wars es supuestamente un alegato pacifista contra la guerra de Vietnam. Una nota escrita por Lucas cuando comenzó a escribir el guion que se publicó en una de sus biografías decía: “Un gran imperio tecnológico persigue a un pequeño grupo de luchadores por la libertad”. No en vano, la idea original de Apocalypse Now fue de George Lucas, aunque al final el proyecto acabó en manos de su amigo y mentor, Francis Ford Coppola.
Otros títulos bélicos presentes en la saga son Los cañones del Navarone (el asalto en Endor de Han Solo, cual Gregory Peck, al escudo de la Estrella de la Muerte) o La batalla de las Ardenas. Entre otras referencias, especialmente significativas en la batalla de Hoth al principio de El imperio contraataca, hay un diálogo con la frase “tengo un mal presentimiento sobre esto” que sale en las seis películas de Star Wars.
David Lean
El cineasta británico tenía una manera de hacer películas que Lucas no dudó en ningún momento en imitar. Producciones épicas, rodadas en formato panorámico, una gran orquestación musical y… Alec Guiness. Star Wars le debe mucho a Lawrence de Arabia. Es imposible no pensar en esa película al ver los desiertos de Tatooine en panorámico o la escena de Han Solo saliendo a la ventisca de nieve, sin recursos, a rescatar a Luke que tanto recuerda a cuando Lawrence se mete en la tormenta de arena. Y el remate, el compartir el mismo escenario, incluso tomas calcadas, de la Plaza de España de Sevilla en la película de Lean y en El ataque de los clones.
Tale of a Tragic Figure. Attack of the Clones (2002). Lawrence of Arabia (1962). pic.twitter.com/ddJ69Kujfx
— Mike Klimo (@MikeKlimo) July 29, 2015
Ben Hur
Quizá uno de los mejores momentos de la tan criticada La amenaza fantasma sea la carrera de vainas, un claro homenaje a la carrera de cuadrigas del Ben Hur de 1959 William Wyler. Hay escenas casi calcadas, la música de John Williams se adapta a la perfección a la de Miklos Rózsa y la tensión tan bien creada es similar. Incluso al final del Episodio I el desfile de victoria de Naboo está basado en la película de Wyler.
Las películas de la Hammer
Los estudios británicos Hammer han creado, desde los años 50 cientos de películas de terror de serie B que han dado pie a unos cuantos clásicos de culto y dieron al mundo actores como Peter Cushing o Christopher Lee. Lucas quiso contar con ellos en cada trilogía en homenaje a aquellas películas y a aquellos terroríficos villanos que interpretaron. De hecho, el nombre del personaje de Lee, el Conde Dooku, es un homenaje incluso infantil al Conde Drácula.
Docus Leni Riefenstahl + estética nazi
La fotógrafa y directora alemana Leni Riefenstahl fue la cineasta oficial de la Alemania nazi. Su trabajo más importante en aquella época fue El triunfo de la voluntad, una película documental propagandística. De ahí sale directamente la escena final de Una nueva esperanza con la entrega de medallas. Y de ahí sale una escena importante también de El despertar de la Fuerza con las fuerzas del Primer Orden atentas a un discurso proclamado por el general Hux.
Seguro que hemos dejado de citar más películas, por lo que dejamos abiertos los comentarios para que podáis seguir aumentando la lista.
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