Muere Gloria Contreras, matriarca y renovadora del ballet mexicano
Fallecida a los 81 años, el próximo domingo se estrenará su última coreografía, 'La sonámbula'
La bailarina, maestra, coreógrafa y directora Gloria Contreras murió ayer jueves en México DF a los 81 años. Había nacido en el mismo Distrito Federal el 15 de noviembre de 1934. Tenaz, prolífica hasta sus últimos días, investigadora del movimiento y ardua defensora de la identidad del ballet mexicano, de 1946 a 1954 recibió los primeros conocimientos de ballet en el estudio de la francesa Nelsy Dambré (Diama, 1908–México DF, 1976), que venía de la Ópera de París, donde había sido discípula predilecta de Rosita Mauri, lo que ya estableció un puente entre el ballet español y Contreras. Con Dambré también se formaron Lupe Serrano y Laura Urdapilleta.
La carrera de bailarina de Gloria Contreras en coreografías de otros creadores se desarrolla entre 1950 y 1953 en el Ballet de Nelsy Dambré; entre 1952 y 1955 en las temporadas del Ballet Concierto de México y entre 1955 y 1956 en la plantilla del The Royal Winnipeg Ballet (Canadá). Con Contreras desaparece toda una época fundacional e histórica de la danza mexicana del siglo XX y lo que va del XXI. Con su muerte desaparece una gran dama del arte de Terpsícore que entendía la danza y el ballet como una única profesión de fe, constancia y entrega.
Sus restos se han velado en la Sala Covarruvias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y le han rendido guardia de honor desde el rector de la universidad a importantes figuras del arte y la cultura mexicanos. El próximo domingo se estrenará su última coreografía, La sonámbula, con música de Chopin e interpretada por la bailarina Valeria Álvarez. Hace apenas unas semanas, en su casa de verano, Gloria registró en vídeo su última creación, que se bailará como obra póstuma en la misma Sala Covarruvias.
A EE UU con su hermana
La artista marchó a Estados Unidos en 1956 en compañía de su hermana Margarita Contreras (que se retiró prontamente de la escena en 1964 y siguió como docente). Ambas se separaron profesionalmente para siempre años después ya en la UNAM, ingresando Gloria en el American Ballet, donde bailó profesionalmente y continuó su formación con maestros legendarios de la talla de Pierre Vladimirov, Felia Doubrosvska, el mítico y sabio Anatol Obújov, Muriel Suart y Mia Slavenska, pero sobre todo con George Balanchine, con quién entabló una sólida amistad y que le llevó a conocer al compositor Igor Stravinski, un encuentro que fue decisivo en su formación y en su apreciación de la música del siglo XX. Gloria siempre se refirió a Stravinski como un mentor, con sus charlas, sugerencias y conversaciones.
Hace unas semanas, en su casa de verano, registró en vídeo su última creación
Entre 1962 y 1970 crea y desarrolla la Compañía de Danza de Gloria Contreras, germen del Taller Coreográfico de la UNAM que en 1970 está perfilado y donde Contreras se mantuvo en un liderazgo algunas veces controvertido, pero firme y productivo. Entre su enorme patrimonio coreográfico podemos calificar de históricas algunas obras, señalando que sobre ciertos títulos volvió siempre, sin abandonarlos y creyendo en la preeminencia de un repertorio activo en evolución, como el elenco que refleja, escogiendo una obra por año o temporada, el Diccionario biográfico de la danza mexicana de Delgado Martínez: Huapango (1959); Allusions (1961); Planos (1962); Sensemayá ( 1965); Sonata (1966); Ludio (1967); Aguafuerte (1969); Interludio (1970); Cantos (1971); Jazztomía (1973); Tres (1975); Requiem para un poeta (1977); Cuarteto en sol (1980); Concierto para violín (1982); Homenaje a Balanchine (1984); Isadora (1987); Danzas sacra y profana ( 1988); Alaya (1992); Piezas mexicanas (1993) y La consagración de la primavera (1994). En los últimos años, versionó su propio Lago de los cisnes.
Entre otras compañías que han atesorado y puesto en escena coreografías de Contreras están la Civic Opera de Baltimore, el New York City Ballet, el Joffrey Ballet, el Ballet Nacional de México, el Ballet del Teatro San Martín de Buenos Aires y la Compañía Nacional de Danza de México. Su catálogo abarca más de 160 obras.
En 1997, publicó Diario de una bailarina y en 2000 recibió el galardón Guillermina Bravo. En los últimos años, Gloria Contreras contó con el primer bailarín cubano Jorge Vega como figura masculina principal de su elenco en el Taller Coreográfico de la UNAM, convirtiéndose en un estrecho colaborador y apoyo de la artista. Hoy, al morir Contreras, Vega ha declarado: "Mi formación no habría sido la misma, ni mi carrera habría estado completa sin la intervención de esta gran artista y mujer".
Babelia
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