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Cuando Hollywood copia al cine en español

'Vanilla Sky', ‘remake’ de 'Abre los ojos', es uno de los ejemplos de cómo Estados Unidos busca inspiración en películas hispanoamericanas

Tom Cruise y Penélope Cruz en un fotograma de la película 'Vanilla Sky'.
Tom Cruise y Penélope Cruz en un fotograma de la película 'Vanilla Sky'.

La gran industria de Hollywood no solo vive de ideas propias. Los remakes no son nuevos en la Meca del cine. Algunos fracasaron como Psicosis o Sabrina y otros, como el de El cartero siempre llama dos veces, cosecharon el éxito de la crítica y los espectadores. Ahora que el cine latinoamericano gana relevancia en el panorama mundial, Estados Unidos busca la inspiración en español, un idioma y unas historias que han cautivado a los directores estadounidenses, faltos de ideas y deudores de sagas, trilogías y series, en los últimos años. Así, grandes éxitos como la española REC o, más recientemente, la argentina El secreto de sus ojos han sido versionadas con toques gringos. Estos son algunos de los ejemplos más claros.

Nueve Reinas (Argentina, 2000) - Criminal (EE UU, 2004)

En lugar de Buenos Aires, Los Ángeles. Criminal tiene un guión muy similar a la exitosa película Nueve Reinas, pero pierde un poco de su encanto al trasladar la intricada trama escrita y dirigida por Fabián Bielinsky a los Estados Unidos. En la cinta original, dos estafadores interpretados por Ricardo Darín y Gastón Pauls están en una tienda en la que Juan (Pauls) intenta engañar a una cajera. Marcos (Darín) ayuda al joven timador a no ser atrapado y le propone que trabajen juntos. La versión estadounidense cuenta con la dirección de Gregory Jacobs, que escribió el guión con el aclamado director Steven Soderbergh. Los protagonistas de esta versión son John C. Reilly y el mexicano Diego Luna. Los nombres de peso de la producción no garantizaron a Criminal un éxito como el de Nueve Reinas: el remake recaudó cerca de 930.000 dólares en Estados Unidos, mientras que la película argentina llegó a 1,3 millones de dólares en el país y a cerca de 12,5 millones a nivel mundial.

Elsa y Fred (Argentina/España, 2005) - Elsa & Fred (EE UU, 2014)

Con el mismo nombre, la película original y el remake siguen el mismo argumento: dos ancianos, que, por supuesto, se llaman Elsa y Fred, desarrollan un romance y juntos descubren una nueva y emocionante vida a pesar de su edad avanzada. La versión original está escrita y dirigida por Marcos Carnevale. Elsa, interpretada por la uruguaya China Zorrilla, es una argentina que vive en Madrid. Alfredo (Manuel Alexandre) es un español que se muda al mismo edificio y sufre por la reciente muerte de su esposa. La película tuvo un gran éxito en el mercado español y latinoamericano, llegando a estar en cartelera durante un año en los cines de Puerto Rico. El remake, dirigido por Michael Radford, traslada la historia a Nueva Orleans y tiene a los premiados Christopher Plummer y Shirley MacLaine como protagonistas. La adaptación tuvo un presupuesto estimado de 10 millones de dólares. Sin embargo, las actuaciones de la versión en inglés no persuadieron a los críticos y al público, que no la recibieron con el mismo entusiasmo que la original.

Somos lo que hay (México, 2010) - We are what we are (EE UU, 2013)

Una de las más exitosas cintas mexicanas de terror, Somos lo que hay, del director Jorge Michel Grau, fue adaptada al público estadounidense de forma casi literal con We are what we are, dirigida por Jim Mickle. En las dos películas, el argumento gira alrededor de los rituales de canibalismo de una familia. En la versión original, rodada en Ciudad de México, el patriarca muere y los familiares tienen que descubrir cómo seguir con sus rituales mientras la policía de la ciudad empieza a sospechar de ellos. El remake sigue casi la misma línea narrativa, pero es la matriarca la que muere y las dos hijas de la familia tienen que obedecer a un padre autoritario y amenazador. Las dos películas fueron bien recibidas por el público, aunque la versión original obtuvo más éxito en el mercado latinoamericano que el remake con aires de Hollywood.

La casa muda (Uruguay, 2010) - Silent House (EE UU, 2011)

En la película original, dirigida por Gustavo Hernández y con guión de Óscar Estévez, Laura (Florencia Colucci) y su padre (Gustavo Alonso) llegan a una casa de campo contratados para restaurarla. El dueño (Abel Tripaldi) quiere ponerla en venta. Un día, Laura escucha un sonido fuera de la casa que procede del segundo piso. Está inspirada en hechos reales ocurridos en 1944 en Uruguay, cuando se encontraron en una vieja casa de campo los cuerpos de dos hombres brutalmente torturados. En el remake, dirigido por Laura Lau y Chris Kentis con guión basado en el original, Sarah (Elizabeth Olsen), su padre (Adam Trese) y su tío (Eric Sheffer Stevens) tratan de restaurar una vieja casa familiar. En ambas cintas, se utiliza el recurso de plano continuo, que da mayor realismo a las imágenes. Las dos se rodaron con una cámara de fotos Canon EOS 5D Mark II. La original se rodó en San José (Uruguay) y costó en torno a 6.000 dólares; la versión estadounidense, en Nueva York (EE UU) y rondó los dos millones.

REC (España, 2007) - Quarantine (EE UU, 2008)

La cinta original, dirigida por Jaume Balagueró y Paco Plaza, fue rodada como falso documental en las Ramblas de Barcelona y recibió dos Goya en 2008. Está protagonizada por Manuela Velasco y Ferrán Terraza. La reportera Ángela Vidal y su operador de cámara van a grabar cómo es una noche en una estación de bomberos. Pero cuando salen a la primera llamada, quedan encerrados en un edificio que ha sido declarado en cuarentena. Pronto se darán cuenta de que un virus que se transmite por la saliva provoca ira y un elevado deseo de comer en los contagiados. “Sobrevive, pero nunca dejes de grabar”, se lee en el tráiler. El argumento del remake, rodado en Los Ángeles (EE UU) es bastante similar. Jennifer Carpenter y Steve Harris son la periodista y el camarógrafo en la versión estadounidense. El presupuesto de la original era de alrededor de 1,6 millones de dólares y recaudó más de 32; el de la adaptación, rondó los 12 millones de dólares y recaudó más de 41 millones.

Abre los ojos (España, 1997) - Vanilla Sky (EE UU, 2001)

La película original, dirigida por Alejandro Amenábar, está protagonizada por Eduardo Noriega y Penélope Cruz. César se enamora en su fiesta de cumpleaños de Sofía, la acompañante de su mejor amigo. Pero los celos de una antigua amante le llevarán a sufrir un accidente con ella a los mandos del coche. Su cara queda completamente desfigurada. La original fue rodada en Madrid y el remake en diversas localizaciones de Nueva York y California (EE UU). La actriz española Penélope Cruz (Sofía) interpreta el mismo papel en ambas versiones. Curiosamente, en la escena final de la cinta se ve a Eduardo Noriega con la Gran Vía de Madrid vacía (menos por una persona que se asoma a un balcón, lo cual no estaba previsto por el director). En cambio, es Times Square el escenario del final del remake. La película original costó 2,34 millones de dólares y recaudó apenas algo más de siete; la versión estadounidense costó 68 millones de dólares y superó los 203 millones de recaudación.

El secreto de sus ojos (Argentina, 2009) - Secret in their eyes (EE UU, 2015)

La cinta original, ganadora del Óscar a la mejor película de lengua extranjera en 2010, fue dirigida por Juan José Campanella y protagonizada por Ricardo Darín y Soledad Villamil. Basada en la novela argentina La pregunta de sus ojos de Eduardo Sacheri, cuenta la historia del abogado Benjamín Espósito (Darín) que investiga el brutal asesinato de una joven en Buenos Aires en 1974. Veinticinco años después de que un tribunal cierre el caso, Espósito encuentra nuevas pruebas para reabrirlo. Fue grabada íntegramente en Buenos Aires, mientras que su remake, que se estrena este viernes en EE UU, se rodó en diferentes lugares de California. La cinta estadounidense traslada la acción a Los Ángeles, los protagonistas son agentes del FBI e introduce una relación de madre e hija entre una de ellas y la joven asesinada. Dirigida por Billy Ray, guionista de Los juegos del hambre y nominado al Óscar por su guión de Captain Phillips, cuenta con Julia Roberts, Nicole Kidman y Chiwetel Ejiofor. La exitosa cinta argentina tuvo un presupuesto de unos dos millones de dólares y llegó a facturar casi 34 millones. Por su parte, los gastos de la versión estadounidense rondarían los 20 millones de dólares y falta ver cómo la acogerá el público.

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