El héroe y la heroína
Cédric Jiménez ha compuesto una obra plenamente americana, con todos los tics de las historias mafiosas contemporáneas
El carácter meramente policial y desgraciadamente social de la llamada Conexión francesa, trama alrededor del narcotráfico dedicada a introducir heroína turca en Estados Unidos, vía Marsella, durante los años sesenta y setenta, y comandada por la mafia corsa, se tornó en mito para el cine y la cultura popular gracias a la extraordinaria French Connection (1971), con personajes reinterpretados desde la realidad, y ambientada casi íntegramente en territorio americano, y a su magnífica secuela, French connection II (1975), de John Frankenheimer, desarrollada en su totalidad en Francia. Una película esta última que contrasta paradójicamente con Conexión Marsella, producción francesa sobre la misma trama criminal, aunque centrada en el histórico juez de instrucción que persiguió a los mafiosos, completando así un interesante tríptico.
CONEXIÓN MARSELLA
Dirección: Cédric Jiménez.
Intérpretes: Jean Dujardin, Gilles Lellouche, Benoît Magimel, Céline Sallete.
Género: policiaco. Francia, 2014.
Duración: 135 minutos.
La paradoja de la confrontación entre la película de Frankenheimer y la que hoy se estrena reside en que mientras el director estadounidense fue a Marsella para hacer una película muy poco americana, casi un polar francés sobre las consecuencias de la droga, conceptual, íntimo y salvaje, Cédric Jiménez ha compuesto una obra plenamente americana, con todos los tics de las historias mafiosas contemporáneas, asentadas en el estilo scorsesiano y el de sus imitadores. Un trabajo ambicioso (abarca al juez, policías, mafia y familias de cada uno), sólido en su estructura y (casi) siempre interesante, que se derrumba en el clímax final, de un equivocado engolamiento hortera tanto en su puesta en escena como en su montaje.
Babelia
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