En el nombre del padre

En el imaginario de los aficionados a Star Wars, George Lucas ha funcionado más como encarnación del Lado Oscuro de la Fuerza que como garante de la pureza jedi. Así lo atestiguan documentales como The People vs. George Lucas (2010), centrado en la evolución de los sucesivos desencuentros entre la comunidad de seguidores y su creador. Se suma a la tradición I am your father, un trabajo de Toni Bestard y Marcos Cabotá que intenta librar su particular escaramuza (rebelde) en el sostenido combate contra el imperio Lucas: la reivindicación del actor David Prowse, encarnación física de Darth Vader (James Earl Jones se encargaba de la voz original) en las tres primeras películas de la saga que, no obstante, fue sustituido por Sebastian Shaw en la climática secuencia de El retorno del Jedi (1983) donde se revelaba el rostro (desfigurado) del villano.

I am your father se beneficia de lo mismo que condenó a Prowse al cuarto de castigo de las franquicias obsesionadas por cláusulas de confidencialidad: su facundia, llaneza y transparencia. Su facilidad, en suma, para contarlo todo. La gran debilidad del documental está en conceder innecesario protagonismo a uno de sus coautores: un Marcos Cabotá que cuenta su afición a la saga como si fuera algo único y excepcional antes de postularse como caballero jedi dispuesto a salvar la memoria del padre (simbólico). Hay, también, la oportunidad perdida de explorar la melancolía de ese mundo de posestrellato que lleva a actores como Prowse a deambular de convención en convención (extraoficial).