Jesse & Joy, 10 años con el corazón roto

Sentados sobre un sillón de exhibición dentro de una tienda de muebles donde acaban de grabar una entrevista para la televisión, los hermanos Jesse y Joy Huerta, reflexionan por qué la melancolía aflora en la mayoría de sus canciones. “Cuando te rompen el corazón, los psicólogos y los doctores recomiendan escribir los sentimientos para pasar página. Las canciones están para cuando eso sucede”, dice él, Jesse, de 33 años, casado hace doce y con dos hijas. “Tuve la suerte de encontrar al amor de mi vida desde muy temprano”, dice con una sonrisa.

El dúo vuelve con un nuevo disco. Un besito más, disponible el 4 de diciembre, es el cuarto álbum de estudio de un grupo que se ha convertido en favorito de la radiofórmula en México. En 2006, cuando tenían 18 y 21 años, publicaron Esta es mi vida, doce temas de arreglos pop con letras sobre la ansiedad emocional y decepciones amorosas. Los hermanos consideran esos años su “etapa formativa”. “Nos estábamos conociendo como seres humanos”, dice Joy, de 29 años. Sin embargo, el éxito de canciones como Espacio sideral marcó la ruta del dueto, que aprendió a tocar la guitarra cuando eran niños en una iglesia evangélica.

Si esos fueron los años formativos, la consolidación llegó en 2011 de la mano de un título que hacía alusión a una ruptura: ¿Con quién se queda el perro? fue el segundo disco más vendido de un artista mexicano en 2012. Su sencillo ¡Corre!, uno de los diez temas más descargados. Ese año se redondeó en los Grammy Latinos. Jesse & Joy fueron los triunfadores de la velada con cuatro premios. Tuvieron que pasar doce meses más para que ¿Con quién se queda el perro? desembarcara en España, a pesar de tener una colaboración con el malagueño Pablo Alborán.

Han pasado cuatro años desde entonces. Pero los hermanos Huerta apenas tomaron aire para recuperarse. Empacaron las maletas y emprendieron una gira de tres años que los llevó a 11 países americanos y a España, donde fueron presenciados por 2,5 millones de personas, según Warner Records, su discográfica.

Entre esta agenda de vértigo consiguieron tiempo para grabar Un besito más en Londres. Jesse, productor del disco junto con el británcio Fraser T. Smith, partió de una pregunta: "¿Cómo hacemos para que la gente que escuche las primeras cuatro barras de una canción sepa que somos nosotros, pero que también se sorprendan?". El disco, afirma, tiene ritmos que no habían probado. “Es lo más arriesgado que hemos hecho”.

Los ecos flamencos de Qué pena me da, en la que sobresale el ritmo del cajón, ayudan a explicar a lo que se refiere Jesse. “Hay cosas que la gente no está acostumbrada a escuchar de nosotros. Es lindo tener un poco de nervios de qué es lo que va a pasar, cómo va a ser recibido”, afirma Joy.

No todo es experimentación, también hay apuestas seguras. El disco está hecho para explotar una de las características principales del grupo: la potente voz de Joy, que goza su mejor momento. Ese hecho fue clave para que se eligiera a Fraser Smith como coproductor, que tiene en su carrera trabajos con voces icónicas como la de Adele y Sam Smith.

A la fórmula también añaden duetos llamativos que prometen al grupo larga vida en las programaciones radiofónicas. El puertorriqueño Tommy Torres, que ya ha colaborado con Jesse & Joy, reaparece en Tres de la mañana. Juan Luis Guerra, el dominicano que ha vendido más de 20 millones de discos, participa en un ensamble de tres voces en la canción que da nombre al álbum. "Decir que grabé una canción con él me infla el pecho", asegura satisfecha Joy.