Paco Ureña cortó una meritoria oreja a un toro de Miura en la plaza de Lima

El diestro español Paco Ureña ha sido el triunfador de la segunda corrida de la Feria del Señor de los Milagros en la plaza de Acho, en Lima (Perú), tras cortar la única oreja de la tarde a los toros de Miura, desiguales en presentación y juego. Sus compañeros de terna, Rafaelillo y Manuel Escribano, no tuvieron suerte con sus lotes. La plaza se cubrió en tres cuartas partes de su aforo.

Paco Ureña, que reaparecía tras las dos intervenciones quirúrgicas a las que se ha sometido recientemente en Sevilla como consecuencia de las heridas que sufrió el pasado 4 de octubre en Madrid, cortó una oreja al sexto de la tarde, que fue el que embistió con mayor claridad y recorrido del encierro. Incierto de salida, no permitió acoplarse a Ureña por el peligro sordo que llevaba. Tomó dos varas, la segunda protestada. Tras las banderillas, el torero de Murcia brindó al novillero peruano Joaquín Galdós. En los muletazos de tanteo el toro se coló por el pitón izquierdo por lo que Ureña decidió lidiarlo por el derecho, llevándolo a media altura sin exigirle, y ajustarse a su embestida en las tandas siguientes.

Estuvo muy valiente ante un toro que desarrolló peligro; tanto que al menor descuido se quedó cortó y le propinó una fuerte voltereta de la que se recuperó para rematar la faena. Tras un pinchazo y una estocada arriba cortó una oreja, con el aval de la mayoría de los asistentes. Con el tercero, terciado y justo de fuerzas, Ureña intentó por derechazos que resultaron cortos porque el toro embestía a media altura. Su labor fue silenciado y el animal pitado en el arrastre.

Al primero de la tarde, Rafaelillo lo toreó a la verónica y arrancó las primeras ovaciones. El astado fue perdiendo fuerzas en los tercios siguientes y llegó mermado a la muleta. Tomaba bien el primer muletazo, pero en el segundo se quedaba corto y se revolvía, lo que impidió Rafaelillo culminara su labor. Mató de una media estocada y descabello.

Ante el cuarto, que también era complicado, Rafaelillo brilló con el capote y no pudo acoplarse con la muleta porque el toro no era franco en su embestida, y cortaba el viaje con la cabeza alta. Mató de dos pinchazos y estocada.

Manuel Escribano estuvo muy dispuesto toda la tarde, pero tampoco pudo triunfar con su lote. Quedan en el recuerdo sus inicios de faena de rodillas o a porta gayola, como también los tercios de banderillas, en los que destacó en los pares al quiebro y de dentro fuera. Pudo cortar trofeo en el tercero, noble de embestida, al que muleteó por ambos lados, pero mató de media estocada trasera, y el público guardó silencio. El quinto embistió con galope de salida, pero perdió fuerza durante la lidia. A la muleta llegó aplomado, y la labor del torero fue silenciada.

Talavante, sin opciones en Guadalajara

Los toreros mexicanos Arturo Macías y Joselito Adame cortaron una oreja cada uno, y el español Alejandro Talavante, con un lote sin opciones, se marchó de vacío en la corrida celebrada en la plaza Nuevo Progreso, de Guadalajara (México). El interés que despertó el cartel de toreros hizo que el aforo de la plaza se cubriera en sus tres cuartos; se lidiaron seis toros de San Isidro, bien presentados, pero sin opciones en términos generales por su deslucido comportamiento. Los mejores fueron el tercero y el cuarto.

Arturo Macías se esforzó con el primero y escuchó palmas, y se superó en el cuarto, al que realizó un trasteo interesante. Mató de estocada y cortó una oreja.

Alejandro Talavante se estrelló ante un par de toros sosos, deslucidos y sin opciones. Su esfuerzo fue vano, pues ni los toros ni el público respondieron.

Joselito Adame era esperado con ilusión. Cuajó una bonita faena al tercero y el público se volcó con él. Mató de estocada y paseó una oreja. El sexto no colaboró en nada y el empeño de Adame resultó baldío.