Vincent Cassel: “Me interesa mucho el lado animal del ser humano”
El actor protagoniza la comedia 'Una semana en Córcega', que ahora llega a España
Acostumbrado a encarnar a tipos duros, Vincent Cassel (París, 1966) regresa hoy a las salas españolas con Una semana en Córcega (Jean-François Richet), una comedia que lo aleja de ese villano al que ha dado vida tantas veces y que retomará en la quinta entrega de Bourne, cuyo rodaje, en España, ya ha comenzado. En la película que ahora se estrena, respaldada por su éxito en Francia (donde fue número uno en la taquilla), interpreta a Laurent, un divorciado de mediana edad al que seduce la hija de su mejor amigo. El papel no es nuevo: la cinta es un remake de la película gala del mismo título (de 1977), que también tuvo su versión estadounidense con Michael Caine y Demi Moore en 1984, Lío en Río.
Pregunta. ¿Qué novedades incorpora a un personaje que ya se ha interpretado dos veces?
Respuesta. Hago de padre moderno que cae en sus propias trampas. Es un hombre, al fin y al cabo, cobarde, que intenta huir de sus responsabilidades. No es tanto el hecho de haberse acostado con una chica de 17 años, esas cosas ocurren: lo que pasa es que él no puede o no quiere asumirlo, no sabe cómo afrontarlo.
P. ¿Hay una relación entre los papeles que elige y el momento de su vida en el que se encuentra?
R. Completamente. Las películas que acepto siempre tienen cierto eco con algún aspecto de mi vida en ese momento. Y, una vez en el papel, abres una puerta y descubres una parte de ti mismo. Y generalmente no se vuelve a cerrar del todo.
P. En esta película, ¿qué vemos de usted?
R. Muchas cosas: mi manera de ser, de estar, de moverme, de desdramatizar...
P. Algunos de sus personajes más célebres son villanos y, en este caso, Laurent es un cambio. ¿Lo necesitaba?
R. No sé si es necesidad. Me parece interesante hacer una comedia. Además es una comedia pura y simple, con aspectos que molestan un poco: una chica que tiene que afrontar esa situación, ya de por sí, plantea algunas cuestiones.
P. ¿Ha habido polémica en Francia?
R. No mucha. Me habría gustado que hubiera habido una polémica más fuerte.
Me habría gustado que en Francia hubiera habido una polémica más fuerte con la película
P. ¿Le gusta el conflicto?
R. No, pero me gusta que la gente reaccione a las cosas que hago.
P. No es la primera vez que trabaja con Richet. ¿Qué le gusta de él?
R. Es un cineasta muy técnico, muy metódico, con una cultura cinematográfica enorme y, además, he llegado a tener una relación muy fluida con él. Estuvimos rodando juntos un año y no discutimos ni una sola vez. Y eso... tela.
P. ¿Es complicado?
R. Mucho, porque un rodaje es un microcosmos muy cerrado e intenso. Hay que buscar relaciones, vínculos; puede haber tensiones o luchas de ego…, pero él me dejó libertad total. Y hay un respeto mutuo y una complementariedad extraordinarios, entendiendo cada uno su terreno. Eso es muy difícil y está muy bien haberlo conseguido.
P. ¿Qué han representado éxitos estadounidenses como Ocean's Twelve o Cisne negro para su carrera?
R. Fundamentalmente la internacionalización, que es mucho más rápida. Puedes hacer 40 películas francesas y nadie te conoce, pero con una película americana muy bien hecha te conocen en el culo de la India.
P. Ahora vuelve con otra, la quinta entrega de la saga Bourne. ¿Cómo se enfrenta a ella?
R. Me gusta Matt Damon, que vuelva para ser Bourne. Y me gustaba la idea de trabajar con Paul Greengrass. Ya sabemos el tipo de filme que va a ser: lo interesante será cómo salir de esta cosa que esperamos todos para hacer algo diferente. No sé muy bien cómo llegaré ahí, pero lo conseguiré.
P. En ella vuelve, de nuevo, al villano. ¿Qué le llama la atención de estos personajes?
La cinematografía española me parece una de las más vivas e interesantes de Europa
R. Me reconozco más en ellos. Creo que es a través de esos personajes turbios cuando se llega más a la verdad de las cosas.
P. ¿La verdad es turbia?
R. Sí, y mucho más. Me explico: nos hemos educado con buen rollo, cortesía... y eso hace que se construyan una serie de relaciones de equilibrio menos interesantes. Me resulta mucho más interesante ver el lado animal del ser humano, movido por la envidia, el miedo, la vergüenza, el ego... Esos mecanismos se ven en funcionamiento a través de los villanos, y con esas complejidades nos acercamos mucho a algo más interesante. Y más humano.
P. Volvamos a Bourne. Se va a rodar en Tenerife. Como espectador, ¿cómo ve el cine español?
R. Hace muchas películas y siguen saliendo actores extraordinarios. Seguro que, desde dentro, los españoles lo verán de manera mucho más crítica, como me pasa a mí con el cine francés, pero la cinematografía española me parece una de las más vivas e interesantes de Europa, como la francesa.
P. Hablando de eso, el año pasado el cine europeo batió su récord de cuota de mercado. ¿Qué está cambiando?
R. Yo creo que estamos completamente sumergidos en el cine americano de estudio. Es decir, súper héroes, vampiros para adolescentes... Y creo que igual la gente necesita ver y experimentar algo distinto.
P. Usted, en cambio, se ha mantenido un poco alejado de ese cine.
R. Me lo han propuesto. Fast and furious, súper héroes…, pero me da un poco de miedo aburrirme.
Babelia
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