Toronto pone a prueba la fluidez sexual de Hollywood

Nadie reflejó la sociedad como el cine de Hollywood. Pero eso fue hace cuatro décadas, cuando películas como Apocalypse Now, El cazador, Norma Rae, Network, Cowboy de Medianoche dominaban la pantalla. Ahora Hollywood va a remolque. La televisión le ha tomado la delantera. Y la programación del Festival de Cine de Toronto sirve de ejemplo. Entre las cerca de 400 películas que participan en esta muestra internacional de cine que hoy comienza en la capital canadiense es fácil notar el interés que existe en Hollywood por la fluidez sexual. Historias de liberación sexual, sobre transexuales, sobre lesbianas defendiendo sus derechos o de aquellos que los defendieron antes pincelan una programación que sabe captar los cambios de una sociedad que ha evolucionado en cuestión de género. Temas eso sí que la televisión estadounidense lleva reflejando desde hace más de un año con series como Transparent, Orange is the New Black o el fenómeno de telerrealidad que fue I’m Cait.

La apuesta sexual de Hollywood es más ambiciosa y con sueños de Oscar. Tanto Julianne Moore como Eddie Redmayne acabaron este año con la codiciada estatuilla en sus manos gracias a filmes como Still Alice y La teoría del todo, respectivamente, películas que presentaron hace 12 meses en Toronto. Lo mismo podría suceder ahora con sus nuevos trabajos. Moore defiende Freeheld, película basada en la historia real de Laurel Hester, policía que aquejada por un cáncer terminal lucha contra las convenciones que quieren dejar a su pareja (Ellen Page) sin la pensión que le correspondería a cualquier otra pareja heterosexual. En el caso del intérprete británico, las buenas críticas recibidas en el Festival de Venecia le preceden en este foro donde mostrará su retrato del primer transexual que se sometió a una operación para cambiar de género en The Danish Girl. En Stonewall, el realizador y conocido activista en defensa de los derechos de los homosexuales Roland Emmerich se aleja de las películas de acción y destrucción que le caracterizan para dinamitar el sistema recordando la revuelta social que tuvo lugar en el Nueva York de los 60 y que sentó las bases de la lucha por la libertad sexual. Y About Ray también participa de esta misma búsqueda sexual presentando en pantalla la lucha de una joven (Elle Fanning) que reivindica su derecho a ser un varón. Una búsqueda de identidad que tiene un gran valor dramático, “la base de una buena narración”, recordó a la prensa el presidente del Festival, Cameron Bailey, al comentar la programación de esta edición.

Hay más historias que contar en un festival que siente la proximidad (y competencia) de Venecia y Telluride. The Martian, la última gran producción de Ridley Scott con Matt Damon como protagonista, es estreno más esperado. Un filme que busca en Toronto lo que Black Mass buscó en Venecia y Steve Jobs en Telluride: ser un contendiente seguro en la carrera al Oscar. El festival de Toronto también es el foro perfecto para películas más pequeñas pero con el mismo sueño, donde proliferan las biografías con grandes trabajos actorales (Tom Hiddleston como Hank Williams en I Saw the Light o Ethan Hawke como Chet Baker en Born to Be Blue) o los filmes que aúnan el periodismo y el suspense en cintas como Truth, sobre el escándalo que acabó con la carrera de Dan Rather, papel que interpreta Robert Redford, o Spotlight, sobre la investigación periodística que dejó al descubierto los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica.

Pero una vez más Toronto es muestra de que la televisión le ha tomado la delantera al cine. Una de las cintas más esperadas, Trumbo, biografía que protagoniza Bryan Cranston de una de las mayores víctimas de la caza de brujas del macartismo en Estados Unidos, es una producción de HBO. Y Netflix, el gigante del streaming, pasa a ser uno de los estudios presentes en Toronto con el debut de Beast of No Nation que protagoniza Idris Elba (The Wire) y que dirige Cary Fukunaga (True Detective). De hecho se espera que sean Netflix y Amazon, compañías asociadas con el mundo de la televisión, quienes lideren las compras en Toronto, la primera organizando incluso una de las fiestas más esperadas del festival. Lo que se dice una entrada a lo grande en el mercado.

A Bailey no se le ha escapado este cambio de pantallas que se deja sentir en este foro y de ahí la nueva sección que ha creado y que con el nombre de “Primetime” ofrece premieres en cine de series creadas para la así llamada pequeña pantalla. Series como el nuevo episódico de Jason Reitman realizado para Hulu que bajo el título de Casual recuerda a las comedias incómodas a las que este nativo de Toronto nos tiene acostumbrados pero ahora en episodios. “Es la edad de oro de la televisión, un imán para los realizadores al que tenemos que responder”, resumió Bailey durante la presentación de esta nueva sección de su muestra.