Las cenizas de Gabo reposarán en Cartagena de Indias
La ciudad colombiana alberga la sede de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, uno de los grandes legados el escritor
Cuando murió Gabriel García Márquez, hace 15 meses, los mexicanos se unieron en una multitudinaria despedida y montaron guardia de honor en torno a la urna que contenía sus cenizas. En la fría Bogotá, en cambio, sus seguidores se sumaron sin grandes colas frente a las puertas de la Catedral Primada de Colombia. Un corto evangelio, música clásica y al final unos sones vallenatos. No había urna. Se le despidió desde la distancia. Pero ahora, Gabo regresa a Colombia y lo hará definitivamente a Cartagena de Indias, donde su familia ha decidido que reposen sus cenizas.
El anuncio lo hizo el gobernador de Bolívar, Juan Carlos Gossaín, quien en una conferencia de prensa explicó este martes que las cenizas del escritor colombiano reposarán en el Claustro de La Merced, donde hoy funciona una de las sedes de la Universidad de Cartagena. Allí, en el patio interior, sus restos serán colocados junto a un bronce de la escultora británica Katie Murray, amiga de la familia. El político agradeció a Mercedes, su viuda, y a sus hijos Gonzalo y Rodrigo “la deferencia” de haber escogido esta ciudad como su última morada y en la que “inspiró gran parte de su obra”.
Cartagena de Indias fue elegida, según el mandatario local, después de varias conversaciones con la familia de García Márquez, por encima de peticiones de ciudades como la capital mexicana en donde vivió Gabo la mayor parte de su vida, Austin (Texas), Bogotá, Aracataca e incluso Medellín. En Cartagena, la familia tiene una residencia de descanso y era el lugar donde lo visitaban y vivían varios de sus grandes amigos. También, donde está la sede de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, uno de grandes legados.
El gobernador Gossaín contó que la Universidad de Cartagena ya adelanta obras en la plaza central de ese recinto, pensando en que muy probablemente se convertirá en un lugar de peregrinación y culto de los miles de seguidores del escritor de Cien años de Soledad.
La Merced, un edificio republicano, franqueado por una plaza que lleva su mismo nombre, se ubica en la zona histórica de Cartagena de Indias y fue inicialmente un convento de la orden de Nuestra Señora de la Merced. Por un tiempo permaneció abandonado y después de restaurado sirvió como sede de oficinas públicas, hasta que a finales del siglo XX fue destinado a actividades académicas.
El Nobel llegó a la ciudad amurallada a principios de 1948 para ingresar en la Universidad de Cartagena, donde continuó con sus estudios de derecho y se vinculó al recién fundado diario El Universal. “Estos primeros años en Cartagena fueron un momento trascendental en la vida del joven escritor y del naciente periodista”, dijo Gossaín en el acto oficial. Cartagena también fue el epicentro de novelas como El amor en los tiempos del cólera y Del amor y otros demonios. Ahora, allí reposarán sus restos desde el 12 de diciembre.
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