_
_
_
_
CRÍTICA | REY GITANO
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La nueva España

Salvo la secuencias que presiden Karra Elejalde y Manuel Manquiña, sensacionales cómicos, prodigios de gracia y tempo, aupados por un texto estupendo de Bajo Ulloa, casi nada funciona

Javier Ocaña
Manuel Manquiña y Karra Elejalde, en 'Rey gitano'.
Manuel Manquiña y Karra Elejalde, en 'Rey gitano'.

En el bienio 1996-1997 dos películas cambiaron el panorama del cine comercial español: Airbag, de Juanma Bajo Ulloa, y Torrente, el brazo tonto de la ley, de Santiago Segura. Ancladas en el esperpento español, añadían referencias del cómic, del dibujo animado, del cine de acción y del desparrame juvenil americano, las dos fueron un descomunal éxito. La casualidad, o más bien una nueva realidad, ha querido que en menos de un año, casi dos décadas después, hayan coincidido la quinta entrega de la saga de Segura, tan pendiente de los cambios en la sociedad española que elucubraba sobre nuestro futuro político inmediato, y la tremebunda Rey gitano, de Bajo Ulloa, que en la línea formal de Airbag se atreve a mezclar una trama central con un supuesto hijo bastardo (y caló) del Rey Juan Carlos, e infinidad de rocambolescas subtramas sobre el FMI, la ruptura territorial del país, el España-Holanda del planchazo de Van Persie y el espionaje del CNI, junto a riadas de politoxicomanías, escatología y lo que los políticamente correctos (y ciertamente cursis) llamarían "chistes sobre minorías oprimidas".

REY GITANO

Dirección: Juanma Bajo Ulloa.

Intérpretes: Karra Elejalde, Manuel Manquiña, Arturo Valls, María León, Rosa M. Sardà.

Género: comedia. España, 2015.

Duración: 116 minutos.

El problema es que salvo la secuencias que presiden Karra Elejalde y Manuel Manquiña, sensacionales cómicos, prodigios de gracia y tempo, aupados por un texto estupendo de Bajo Ulloa, casi nada funciona. Y no por burdo, insolente o prohibido, pues estamos ante una nueva realidad en la que ya no hay intocables, sino por carencia de genio y, a pesar de su atrevimiento, por mucho menos audaz de lo que en su superficie aparenta.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_