La artista Tania Bruguera podrá salir de Cuba tras recuperar su pasaporte
La activista tenía retenido el documento desde diciembre, cuando fue detenida
La idea de ofrecer un micrófono para opinar sobre las negociaciones de EE UU y Cuba durante un minuto le costó a la artista plástica Tania Bruguera (La Habana) una detención y la retención del pasaporte el pasado diciembre del 2014. Ahora, seis meses más tarde, la cubana que convocó esta performance pública en la plaza de La Revolución, en la capital, podrá salir del país porque la policía le devolvió el documento el pasado viernes día 10. "Solo quería que todo el mundo dijera con respeto lo que pensaba. Ahora solo espero que conciencie sobre la necesidad de libertad de expresión en Cuba", ha manifestado Bruguera a EL PAÍS.
La creadora, una de las más relevantes del panorama artístico cubano por sus manifestaciones públicas, obtuvo el pasaporte el pasado viernes 10, aunque recalcó que su labor está en La Habana. “Mi argumento nunca fue irme sino trabajar para que exista libertad de manifestación en Cuba y que no se penalice la violencia contra el que piensa políticamente diferente”.
Bruguera, conocida por su lucha por los derechos de los inmigrantes, fue retenida el pasado diciembre por la performance El susurro de Tatlin #6. El objetivo de la convocatoria era que cualquier ciudadano pudiera alzar su voz durante un minuto. El acto, que no había obtenido el permiso oficial de las autoridades cubanas, no llegó a celebrarse, y la activista fue detenida junto a otras 80 personas entre las que se encontraban periodistas, intelectuales y activistas de los derechos humanos.
La policía puso en libertad a la artista el pasado enero después de ser acusada por incitación al desorden público, resistencia a la policía e incitación a delinquir.
Tania Bruguera se formó en el Instituto Superior de Arte de La Habana en 1992 y tiene un máster en performance de la Escuela de Arte del Instituto de Chicago. La activista, que ha sido detenida tres veces en La Habana, ha obtenido condecoraciones por la lucha política a través del arte. Aunque su residencia habitual es la capital cubana, en los últimos años ha vivido en Nueva York y París, ciudades donde desarrolla su carrera.
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