The Rolling Stones arrancan su nueva gira con un concierto sorpresa

Era un secreto a voces en Hollywood que The Rolling Stones estaban en la ciudad. Los más avispados se habían encontrado a Ronnie Wood y Keith Richards comiendo en Musso&Frank, el legendario restaurante de las estrellas de los años 20 en Hollywood Boulevard. A Mick Jagger lo habían visto otro restaurante de la zona, según LAWeekly. Finalmente, unos enormes carteles en la zona decían “90028” acompañado de la icónica lengua del grupo. No había duda: la banda planeaba un concierto sorpresa en ese código postal para inaugurar su nueva gira americana, titulada Zip Code, que arranca este domingo en San Diego.

El miércoles por la mañana, el grupo que estaba programado para esa noche en el teatro Fonda, un cine de la época clásica de Hollywood Boulevard, anunció que cambiaba el lugar del concierto sin muchas explicaciónes. Los fans dieron por hecho en Twitter que ese debía ser el lugar elegido por los Stones. A mediodía, la banda lo confirmó. El concierto por entonces no tan secreto sería en el Fonda a las 20.00 horas. Las entradas salieron a la venta online por 5 dólares y se agotaron en minutos, si no en segundos.

La lista de canciones, impagable: todo el disco Sticky Fingers (1971), de arriba abajo. Es la primera vez en 50 años de carrera que tocan un disco entero de cabo a rabo y, según dijeron los representantes al diario Los Angeles Times, no lo volverán a hacer. En las canciones de propina, homenajearon a B.B. King, fallecido la semana pasada, con una versión de Rock me baby.

Los que no estuvieron entre los 1.200 privilegiados pueden saborear unos segundos de la velada en un vídeo colgado este jueves en la web oficial del grupo. En él se ve a estrellas locales como Jack Nicholson o Bruce Willis disfrutando en la distancia corta de la autodenominada "banda más grande de la historia".