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Descarga de salsa en Lima

Personas de todas las edades se unen desde hace 18 años en la capital de Perú para bailar

Una imagen de una de las sesiones de ‘Descarga en el barrio’.
Una imagen de una de las sesiones de ‘Descarga en el barrio’.

El campo de voleibol de una escuela de Lima se convierte cada dos meses en una pista de baile para casi 1.000 personas que solo encontrarán salsa, los asistentes son conocedores o no del género, y de todos los sectores socioeconómicos, incluidos turistas: el evento surgió hace 18 años por idea de Omar Córdova, un melómano que considera a Descarga en el barrio como su hijo: “Se ha creado un espacio cultural que las personas ven como suyo, la Descarga tiene mi corazón, que las personas la amen me emociona”, describe a EL PAÍS pasadas las tres de la madrugada del sábado, dos horas antes de que la música se termine.

La fuerza de los setenta: dedicado a la época más explosiva de la salsa, fue el concepto del evento más reciente: cada versión tiene un tipo de salsa, época o bandas distintas que Córdova decide, con la colaboración de sus hermanas Jessica e Yvonne, y con las sugerencias de los seguidores de la Descarga. “No hay un espacio como éste en Lima, no solo por la música, sino por la onda: aquí la gente viene con sus hijos, en familia, y también mucha gente mayor, y de diferentes esferas sociales”, explica el animador y organizador, de 44 años, vestido con diversos matices de azul.

Es el único lugar democrático que he encontrado en estos 20 años fuera”

“Es el único lugar democrático que he encontrado en estos 20 años fuera”, destaca Carlos, de 50 años, un profesor peruano residente en Río de Janeiro y que visita regularmente a su familia en Lima. Estuvo por primera vez en la Descarga acompañando a una amiga peruana quien, al cumplir 50 años, decidió conocer este lugar.

En esta edición, Córdova programó temas de Ray Barretto, Eddie y Charlie Palmieri, Cheo Feliciano, Fania All Stars, entre otros. Los asiduos señalaban cerca del escenario a don Carlitos, un hombre de unos 75 años, de camisa roja, uno de los bailadores más frecuentes y destacados.

El creador de la Descarga tiene una colección de 1.500 vinilos de salsa y una cantidad similar de CDs: “Pero más importantes son los vinilos; cuando pongo la música, a la gente le gusta que le enseñe el disco”, refiere, y vuelve al escenario a comentar detalles de la próxima canción.

“Una comunidad soñada”

Entre los asistentes, así como personas de toda edad y familias, hay diversidad en la vestimenta y arreglo: desde quienes van con unos vaqueros y una camiseta cualquiera, hasta las mujeres —jóvenes y adultas— que llegan con un peinado hecho por algún estilista, y visten con un atuendo especial: falda corta o shorts, blusas cortas, zapatos de tacón, pantalones muy ajustados. En la convocatoria de Facebook de la Descarga, una sugerencia es llevar dos pares de zapatos, debido a que son nueve horas de música.

Afuera hay tanta violencia y discriminación, y aquí, esto es como una comunidad soñada”

Vanessa, de 33 años, ya ha ido cuatro veces a estos eventos desde el año pasado: “Me gusta el ambiente familiar, aquí puedo bailar sin temer ninguna agresión, puedo bailar sola, o con alguien que conozca aquí: me divierto mucho, no tengo temor de que nadie me vea: hay una bella energía aquí de la música y la familiaridad con la salsa”. La joven, coordinadora de proyectos de una entidad privada, fue acompañada de amigas y una hermana.

Omar Córdova coincide con la impresión de Vanessa: “Afuera hay tanta violencia y discriminación, y aquí, esto es como una comunidad soñada”. La música sigue en el local del Cercado de Lima, muy cerca del centro histórico, los bailadores buscan espacio entre las cajas de cerveza y montículos de chamarras y carteras que colocan en el piso, y siguen tarareando, abrazados o sueltos, las canciones de despecho, amor, nostalgia por la tierra, o solo el ritmo tropical que estalla cada cinco minutos.

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