“No recuerdo mi primera borrachera, estaba borracho”

El actor y guionista cubano Vladimir Cruz nació el 26 de julio de 1965, en Placetas. Tímido y más dado a las ciencias que a las letras, llegó al teatro por casualidad, cuando el grupo de teatro de su instituto necesitó a alguien con buena memoria y recurrió a él. Accedió porque participaban sus amigos y desde entonces no ha podido separarse del escenario: “El que pone los pies en el teatro es como el que mete la pata, que no la puede volver a sacar”. Al actor de películas como Fresa y Chocolate o Che, el argentino le gusta ir a los museos pero no tener obras en su casa. “No creo que el arte sea una cosa para acaparar”, asegura. Contento consigo mismo y su trabajo, a veces le gustaría ser más simpático y tolerante, y menos impaciente.

Pregunta. ¿Cuál es el último libro que le hizo reír a carcajadas?

Respuesta. Todo está iluminado, de Jonathan Safran Foer.

P. ¿Qué música le gusta?

R. La que tiene letra con poesía. Silvio Rodríguez, por ejemplo.

P. ¿A quién le gustaría encontrarse en una fiesta?

R. Con Nikita Mijalkov, Julia Roberts, Mónica Bellucci... Depende del tipo de fiesta.

P. ¿Qué libro tiene siempre en su mesita de dormir?

R. Ninguno en concreto. Pero me mantengo al tanto de las novedades de los autores cubanos.

P. ¿Cuál es su lugar favorito?

R. La terraza del restaurante La divina pastora, desde donde se ve La Habana al otro lado del canal de la bahía. Y se ve a la distancia exacta. Me encanta.

P. ¿Cuándo fue la última vez que lloró?

R. Viendo la película El concierto. Desde que comenzó estuve riendo y llorando.

P. ¿Cuál es su especialidad en la cocina?

R. La comida italiana.

P. ¿Qué no puede faltar en su nevera?

R. Queso, huevos, leche... y pechuga de pollo, que es a lo que siempre recurro cuando no tengo otra cosa.

P. ¿Cuál es el mejor souvenir que ha comprado?

R. Una camiseta que dice: “Jódete Facebook, tengo amigos de verdad”.

P. ¿Cómo fue su primera borrachera?

R. No me acuerdo. Estaba borracho.

P. ¿Qué le da miedo?

R. El paso del tiempo, que no me alcance para hacer todo lo que quiero. Y el desamor.

P. Si pudiera tener un superpoder, ¿cuál elegiría?

R. El teletransporte.

P. ¿Dónde no querría vivir?

R. En Bruselas, porque es un lugar gris y frío. En Torrevieja, Alicante, porque me parece un lugar horrible. Ni en Miami, que es un lugar sin alma.

P. ¿Qué quería ser de niño?

R. Primero quise ser marinero. Después ingeniero naval, aunque no sabía lo que era, pero tenía un primo que quería serlo. Pero finalmente me enamoré del teatro.

P. ¿Cómo iría vestido a una fiesta de disfraces?

R. Me disfrazaría de Lenny Kravitz o Bob Marley.

P. ¿Qué libro le cambió la vida?

R. Los que leí de jovencito: Las mil y una noches, y Cuentos de la Alhambra, que me despertó el deseo de viajar a España.

P. ¿Cuál es su rutina para trabajar?

R. Me gusta empezar el día con música alegre.

P. ¿Qué prefiere, el libro en papel o el electrónico?

R. En papel, me gusta el libro como objeto, que pese y que huela. Todavía recuerdo el olor de algunos de los libros que leí en mi infancia.