Morante, dos broncas en la plaza mexicana de Aguascalientes

La tercera corrida de la tradicional feria de San Marcos en la ciudad mexicana de Aguascalientes, en el centro del país, resultó anodina en todos aspectos.

El pasado viernes, se lidiaron toros de la ganadería Los Encinos, que no dieron un buen juego. Ninguno se empleó ni ofreció opciones a los toreros. Con poco menos de media entrada se lidiaron seis reses, correctas de presencia, pero sin calidad. Quizá, el mejor fue el primero, al que le faltó fuerza, pero no estilo. Los otros cinco desarrollaron violencia.

El sevillano Morante de la Puebla tuvo una actuación aciaga y fue abucheado duramente en sus dos toros. En su primero, estuvo regular con el capote. El toro no era bueno, pero tampoco como para andar con una desconfianza manifiesta. Falló de manera estrepitosa con la espada y recibió abucheos. No cambió la decoración en el cuarto toro, al que el torero no quiso ni verlo. El sevillano estuvo nuevamente fatal con el acero, y recibió gritos y abucheos cuando dobló la res.

El mejor librado fue el joven mexicano Diego Sánchez, de 16 años, al que se le vio firme, aunque no fino con los aceros, pero a cargo de él corrieron los mejores momentos y los muletazos más sobresalientes de la jornada. Sánchez lució firme y seguro, con la capacidad de un chaval en sus comienzos, y trasteó muy por arriba. Lástima que lo mató de una estocada caída y eso le restó mucho brillo a su labor. De todos modos, recibió saludo en el tercio. Con el sexto, nuevamente lució capacitado y logró momentos que calaron, pero estuvo mal con el descabello y escuchó un aviso.

El también mexicano Octavio García El Payo puso mucho empeño; con el tercero, que tenía más movilidad que clase, lo toreó con rapidez. Logró momentos buenos y mató de estocada trasera. Recibió una petición de oreja, que se concedió, y el torero la tiró para dar vuelta al ruedo. El quinto tampoco funcionó, aunque El Payo lo intentó sin lograr su propósito. Estuvo regular matando y recibió palmas en su honor. No hubo suerte.

Adame, dos orejas en su encerrona

El mexicano Joselito Adame cortó dos orejas ayer, sábado, en la misma plaza de Aguascalientes, donde se encerró con seis toros de distintas ganaderías, y consiguió que se colgara el cartel de ‘no hay billetes’.

Adame estuvo en torero toda la tarde. Variado, con una firmeza elocuente, siempre dispuesto, pudo haber obtenido más trofeos si hubiera estado más fino con el acero.

Se lidiaron seis toros de diversas ganaderías: Montecristo, Xajay, El Junco, -con dos, el tercero y quinto que salió en lugar del toro de Barralva protestado por su poca presencia-; luego el de Begoña, el mejor, que fue premiado con arrastre lento, y Fernando de la Mora.

Los astados pusieron a prueba la capacidad de Joselito. Con el primero, que sólo se dejó, hizo una faena limpia, torera y por arriba del toro. Lo mató a un tiempo, de estocada desprendida. Tuvo petición de oreja, no concedida y saludó desde el tercio.

El segundo, de Xajay, un toro con cara, se rajó pronto. A pesar de ello, Joselito le sacó un partido que nadie esperaba, mató de dos intentos. Recibió pitos el toro y aplausos el diestro.

En tercer lugar apareció el astado de El Junco, que tampoco colaboró, y se resistió a embestir. Con una labor de mucho mérito, recibió aplausos.

En cuarto lugar apareció el toro de Begoña, una res que tuvo la virtud de reunir fijeza y mejores condiciones. Trasteó muy torero y caló en el ánimo del público, que se interesó por su labor. Fue una pena que lo pinchara una vez, antes de darle la estocada. Cortó una oreja y dio la vuelta al ruedo.

En quinto lugar apareció el toro de Barralva, con poca presencia, que fue pitado, y se ordenó su cambio. Apareció un sustituto de El Junco, que empezó bien y terminó rajado, sin querer ayudar. El trasteo fue de figura, pues cuajó muletazos imponentes. Recibió gritos de torero, torero, pero lo pinchó una vez y cortó solo una oreja, que pudieron ser dos.

Cerró plaza el toro de Fernando de Mora, que no fue bueno. Desde su inicio se mostró con un derrote arriba y sin emplearse. Joselito, que estuvo muy bien con el capote, hizo a los seis astados diferentes quites.