‘La guerra de las galaxias’ presenta nuevas batallas

No solo de cine vive el fan de La guerra de las galaxias. La Star Wars Celebration que tiene lugar hasta el domingo en el centro de convenciones de Anaheim (California, EEUU) también está sirviendo para la presentación de nuevos universos galácticos en el campo de la televisión y del vídeojuego dentro de esta franquicia multimillonaria. Y los más de 40.000 asistentes a esta quedada de todo lo que significa Star Wars quieren ser los primeros en visitarlos.

Al igual que hicieron el jueves para ver en primicia el segundo tráiler del Episodio VII: El despertar de la fuerza, unos 4.700 fans abarrotaron la sala de proyecciones para ser los primeros en conocer Star Wars: Battlefront, el primer videojuego que presenta esta franquicia en una década y cuya ambición es complementar de forma interactiva e inmersiva la experiencia que el espectador vive en el cine. Al igual que el Episodio VII, el videojuego de EA, DICE y Lucasfilm ha preferido echar la vista atrás, huyendo de las imágenes sintéticas y brillantes de las llamadas precuelas (los Episodios I, II y III) y entroncar con ese mundo más guerrero y polvoriento de las primeras películas que filmó Lucas.

“Eso es lo genial de George Lucas que nos presentó un mundo barriobajero, que ni se veía y ni se sentía limpio para luego mostrarnos el imperio brillante que le precedió, lo que fue antes de convertirse en polvo”, explicó el día anterior J.J.Abrams, director, coguionista y productor de El despertar de la fuerza en un discurso ensayado y laudatorio hacia el hombre que lo empezó todo.

Si el filme comienza 30 años después de El retorno del Jedi, Battlefront llevará al jugador a la primera línea de fuego en algunos de los planetas que el aficionado conoció en la primera trilogía, incluidas las lunas de Endor o Tatooine, le colocará al volante de un caza TIE, una moto speeder o del mismísimo Halcón Milenario. Y jugado a conveniencia en primera o en tercera persona, Battlefront permitirá al que lo juegue ser el cazarrecompensas Boba Fett o dejarse llevar por el lado oscuro de la fuerza y convertirse en el propio Darth Vader si así lo desea. Un juego orquestado con el estreno de la película que saldrá a la venta el 19 de noviembre y ofrecerá de manera gratuita un contenido extra que, titulado La batalla de Jakku, mostrará lo que ocurrió desde la victoria rebelde en Endor hasta la desolación que muestra el comienzo del tráiler de la próxima entrega de la saga.

La Star Wars Celebration también explora hasta el domingo otros mundos en este universo, como el que Dave Filoni lidera en la serie animada Star Wars Rebels que arrancará aquí su segunda temporada. O esas otras galaxias a las que harán referencia los directores Gareth Edwards y Josh Trank, nuevos miembros de la familia creativa de los estudios Lucasfilm que se harán cargo de las dos películas derivadas —pero no continuación— de esta saga, que se estrenarán en 2016 y en 2018, respecivamente. Lo que los aficionados esperan oír son pistas, detalles, informaciones que les adelanten un fragmento del universo por llegar. Pero como bien diría Yoda, en todo lo relacionado con La guerra de las galaxias paciencia es necesaria.

Por eso la idolatrada princesa Leia de entonces que ahora vuelve al Episodio VII, Carrie Fisher, bromeó con sus fans asegurando que a ella no la suelen traer a estos eventos porque se va de la lengua y cuenta lo que no debería. De ahí que su paso por la convención se centrara en la nostalgia, compartiendo anécdotas de los tres primeros rodajes, cuando las estrellas de ahora pasaban el tiempo haciéndose reír sin preocuparles que el mundo que estaban creando sería el sueño de cuatro generaciones. Humorista y monologuista además de actriz, Fisher se las arregló para sorprender a la audiencia aunque no fue por contar sorpresas sino por soltar algún que otro juramento en un evento familiar organizado por Disney a las puertas de Disneylandia.

Claro que a los fans de La guerra de las galaxias podrás llamarles frikis pero nunca mojigatos. En los abarrotados pasillos del centro de convenciones convivieron los puestos de juguetes de Lego con un bar sirviendo bebidas alcohólicas y, con la misma alegría con la que en unos puestos se venden camisetas o gorras de béisbol, otros se decantaron por recuerdos algo más duraderos en el área de tatuajes, donde más de 40 profesionales se dedicaron a dejar su huella en las carnes de los aficionados. ¿El tatuaje más solicitado? “No hay duda. Darth Vader. Ya lo grabo con los ojos cerrados”, declaró Piero Tat-Twin, cuyo logotipo, cómo no, incluye la máscara y el casco de quien se dejó llevar por el lado oscuro de la fuerza.