Quince obras robadas en el castillo de Fontainebleau
Los ladrones se llevaron objetos de incalculable valor en los siete minutos previos a que se dispararan las alarmas
El Castillo de Fontainebleau, residencia de monarcas y emperadores franceses desde los tiempos de Luis VII hasta los de Napoleón III, se convirtió este domingo en escenario de un espectacular robo de quince obras y objetos de incalculable valor. Todas ellas pertenecen a la colección del llamado Museo de China, creado en 1863 por la emperatriz Eugenia a partir de embargos de los tiempos de la Revolución y adquisiciones procedentes de Extremo Oriente.
Entre los objetos robado figuran una réplica de la corona del rey de Siam, obsequio a Napoleón III durante su visita oficial a Francia en 1861, además de un mándala tibetano en coral, oro y turquesa y de distintos elementos decorativos en plata y bronce procedentes del siglo XVIII. “Probablemente se trate de personas profesionales que conocían el lugar y el sistema de cierre. Al abandonar el lugar, lo han irrigado todo con un extintor para hacer desaparecer las huellas. Habían planificado el golpe y sabían muy bien qué objetos codiciaban”, ha dicho el director del Castillo de Fontainebleau, Jean-François Hébert, a Le Monde, quien cualificó lo sucedido de “trauma” para el personal del palacio, situado 60 kilómetros al sureste de París.
A los ladrones les bastaron siete minutos para sustraer este valioso lote antes de que se dispararan las alarmas, pese a que las obras se encontraran en uno de los rincones más protegidos del palacio, vigilado de forma permanente por cámaras de seguridad. La policía francesa abrió este domingo una investigación para localizar a los responsables del robo. La Oficina Central para la Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales (OCBC, en sus siglas francesas) también se ha movilizado. El anterior robo en las inmediaciones del Castillo de Fontainebleau tuvo lugar en 1995, cuando quince objetos fueron robados en las salas napoleónicas. Nueve de ellos fueron encontrados años más tarde y devueltos a las colecciones nacionales.
A lo largo de su historia, Fontainebleau se convirtió en residencia de 36 reyes franceses, superando incluso la plusmarca de Versalles. Se trata de una pequeña localidad de perfil burgués y conservador, orgullosa de su patrimonio histórico. El castillo, convertido en museo a finales del siglo XIX y declarado patrimonio universal por la Unesco en 1981, es el centro neurálgico de esta ciudad situada en una de las extremidades de un gran bosque que inspiró a numerosos impresionistas, además de a escritores como Victor Hugo y Marcel Proust. El museo inició el año pasado un proceso de renovación de sus infraestructuras y mejora de las medidas de seguridad. Desde 2009, el número de visitantes anuales ha pasado de las 350.000 a las 500.000 personas. El objetivo del museo, favorecido por una ayuda pública destinada a su renovación de 10 millones de euros anuales, es alcanzar el millón de visitantes en un futuro próximo.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.