La otra (e inagotable) animación

El presente del cine animado es rico en registros y estéticas arriesgadas aunque, en cuestiones de visibilidad y reconocimiento oficial, los modelos dominantes de la imagen de síntesis en clave espectacular sigan copando el mercado y fortaleciendo un cierto espejismo de uniformidad. El nacimiento de una nueva distribuidora –Rita & Luca Films-, especializada en cine animado dirigido al público infantil y comprometida a reivindicar el corto como formato, supone, en este contexto, una noticia excelente tanto para sus espectadores objetivos como para los sibaritas y expertos en la especialidad. “Paso a paso”, colección de seis cortometrajes de producción europea unidos por el tema común del aprendizaje –y susceptibles de ser comprendidos, disfrutados y celebrados por espectadores a partir de dos años- es la sobresaliente carta de presentación de la compañía: una antología elaborada con gusto, surtida en técnicas y estéticas, rica en tonos más cercanos a la sosegada poesía visual de un buen libro ilustrado que a la histeria de tanta animación de nuevo cuño dispuesta –como es el caso de la recién estrenada El libro de la vida de Jorge R. Gutiérrez- a sacrificar sus hallazgos visuales en el altar de una velocidad mal entendida como dogma de fe en la era del déficit de atención.

Dodu, el niño de cartón (2010) del portugués José Miguel Ribeiro abre el programa con un extraordinario recital en miniatura de animación fotograma a fotograma con personajes de cartón, donde el mar y la noche estrellada parecen librar un pulso de hipnóticos azules. El tándem formado por los suecos Lotta y Uzi Geffenblad tiene tres piezas, de formas y propósitos muy distintos, en Paso a paso: Aston y las piedras (2007) es un perfecto relato breve elaborado con modelos recortados, protagonizado por un perro coleccionista de piedras que aprenderá a moderar sus afectos minerales; mientras que El circo de Tipitos y Manchitas (2013) pone la stop-motion al servicio del candor de unos personajes diseñados con eficaz economía de recursos. Completa el tríptico de los Geffenblad Los albaricoques (1996), casi una reminiscencia de infancia trascendida y sublimada en ilustraciones vivas, de expresividad desbordante. Rumores (2011) de Frits Standaert es una eficaz viñeta cómica que quiere ser fiel a la tradición del cartoon clásico, aunque su contundencia narrativa se sitúa por encima de sus logros estéticos. Discípula del maestro Paul Driessen, la alemana Jutta Schünemann propone en Descolgando la luna (2004) un precioso interludio poético, donde los visibles –y sutiles- trazos a lápiz aportan ricas texturas a sus paisajes nocturnos. Como programa de presentación de Rita & Luca Films, Paso a paso tiene la fuerza combativa de un manifiesto y la sincera transparencia de toda una declaración de principios.