El manga y Buñuel caben en un mismo homenaje

Cicatrices, habitaciones en las que el espectador nunca se adentrará, silencios, vendas, la desesperación de la crisis… Ingredientes para construir una historia de éxito como Magical girl, que cuenta ante todo un relato de dominación. Las atmósferas misteriosas acompañan el trayecto de sus personajes por su recorrido de miserias. Porque eso es lo que le gusta a su director, Carlos Vermut, que el espectador bucee en las historias, en lugar de servírselas, como ha explicado en numerosas ocasiones. EL PAÍS ofrece este domingo la película revelación del pasado año, triunfadora en San Sebastián y en los Goya, Magical girl.

El relato une tres historias: la de Luis, padre de una niña con una enfermedad terminal que hará todo lo posible e indeseable por cumplir el último sueño de su hija, Bárbara, una antigua femme fatale con desórdenes mentales sometida a la medicación de su marido, y Damián, un profesor con un pasado tormentoso. La complejidad de los personajes es la baza principal de la película. El relato invita al espectador a descubrirlos poco a poco e interpretarlos a su manera. Vermut consigue con esta historia homenajear al mismo tiempo a Luis Buñuel y al cine japonés clásico. El cineasta, un conocido creador de cómics antes de ponerse tras la cámara, escribió el guion en el país nipón.

El segundo filme de Carlos Vermut sorprendió y agradó el año pasado a partes iguales y se alzó con la Concha de Oro y el premio al mejor director en el último festival de San Sebastián. “Llevo muy poco tiempo en la industria del cine. Ni siquiera intuía la magnitud de este certamen. Sí, soy algo ingenuo”, afirmaba el director días antes de su victoria en una entrevista con EL PAÍS. Tras el torbellino de San Sebastián, llegó el reconocimiento de la Academia del Cine, que premió su último trabajo con siete candidaturas a los Goya.

Todas las apuestas se confirmaron y su actriz principal, Bárbara Lennie, subió al escenario en la última edición de los premios Goya para recoger su galardón como mejor intérprete. Era lo lógico después de haber conseguido previamente el Forqué y el Feroz. Lennie se enamoró del trabajo de Vermut con su primer largometraje, Diamond flash, y nunca imaginó que un año después estaría rodando Magical girl a sus órdenes. Con el cabezón en la mano, Lennie se lo agradeció así: “Hay que tirarse a los abismos y yo me he tirado contigo, ha sido un placer, te doy las gracias por darme la oportunidad”.

Esta historia forma parte de la colección Goya 2015 que EL PAÍS ofrece cada domingo por 9,95 euros y que se compone de las películas que han triunfado en el último año y que fueron protagonistas en la última gala de los Premios Goya. La lista se completa con El Niño, la primera entrega; 10.000 km., el pasado domingo; el relato de una exreina de la movida madrileña que se narra en Todos están muertos, el documental que a punto estuvo de no ver la luz, Edificio España, y Loreak, la historia que se esconde tras un ramo de flores.