Enrique González Macho abandona la Academia de Cine sin previo aviso
Antonio Resines, vicepresidente, ocupará el máximo puesto directivo en funciones
Aunque es verdad que en ocasiones había confesado su cansancio y que la presentación de su candidatura a la reelección, el pasado mes de mayo, para presidir la Academia de Cine la había tomado después de asegurar de manera vehemente que no lo iba a hacer, la dimisión ayer de Enrique González Macho (Santander, 1947) al frente de la organización que agrupa al sector cinematográfico, fue toda una bomba, una sorpresa. El hombre que ha liderado la Academia de Cine desde abril del 2011, uno de los más profundos conocedores de los entresijos y problemas de la industria cinematográfica, ha decidido tirar la toalla por motivos, asegura, “estrictamente personales”. “Me voy porque la Academia está bien, si no, no me iría”, dijo en conversación telefónica con este diario.
González Macho que se vio obligado a cerrar Alta Films, referencia ineludible como distribuidora, productora y exhibidora de cine de autor en España, y que supuso todo un detonante de la crisis que arrastra y aprisiona al sector audiovisual, presentó su dimisión en una reunión ordinaria de la Junta Directiva de la organización, tras anunciárselo a sus dos vicepresidentes, el actor Antonio Resines y la realizadora Judith Colell, y enviar una carta a los cerca de 1.300 académicos. Nada más conocerse su dimisión, comenzaron los primeros movimientos para buscar posibles sustitutos y empezaron a circular nombres, algunos de proyección internacional, como el de Antonio Banderas, que aún no había recibido la oferta: el discurso del Goya de Honor al recoger su premio caló hondo entre los académicos.
El ya expresidente decidió buscar su reelección el año pasado —“Solo me presentaré si las opciones a sucederme no me convencen por extrañas o peligrosas”— cuando la productora Piluca Baquero anunció su intención de competir por la presidencia de la Academia. González Macho obtuvo, en las elecciones del pasado mes de mayo, 290 votos contra los 110 obtenidos por la candidatura de Baquero. La Junta Directiva decidió ayer, en la misma reunión en la que conoció la renuncia de González Macho a falta de dos años para finalizar su mandato, nombrar a Resines y Colell presidente y vicepresidenta en funciones e iniciar de inmediato un nuevo proceso electoral. Los años de González Macho al frente de la Academia —“Han sido los peores de los últimos tiempos”, aseguró ayer a este periódico— han estado marcados por la crisis en el sector y por el enfrentamiento, casi a cara de perro, con el Gobierno del PP, personalizado en el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, y, sobre todo, en el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. La subida del IVA cultural al 21% y la falta de una política de incentivos fiscales al sector del cine han sido los dos puntos clave de este enfrentamiento.
González Macho explicará hoy públicamente su decisión, aunque ayer ya adelantó a este diario algunas de sus razones. “Es una decisión que llevo madurando mucho tiempo porque la actividad como presidente es incompatible con mi labor como empresario y con mi vida personal. He dejado mucha vida en la Academia ahora tengo que reconducirla. Me voy porque la Academia esta bien, si no, no me iría”.
En la carta enviada a los académicos, González Macho asegura irse obligado por las circunstancias pero “razonablemente satisfecho con que la Academia no haya sido afectada ni contaminada por los convulsos tiempos que estamos viviendo”. El ya expresidente explica que el tiempo y el esfuerzo necesario que exige la institución es incompatible con sus necesidades personales. “Han sido cuatro años como todos sabéis y sufrido, difíciles por la situación política y económica del país y siempre he tratado de que ello no afectara ni a la imagen ni a la actividad de nuestra Academia”, dice en la misiva y añade: “Creo que su imagen es impecable y que, a pesar de sus defectos, que por supuesto tiene, está considerada por nuestra sociedad como un ente respetado y respetable”. González Macho deja la Academia en un “momento económico estable”, en la confianza de que seguirá creciendo y desarrollándose y pidiendo a los académicos mayor colaboración. “Sus éxitos revierten en nuestra imagen colectiva y en la nuestra a título individual”.
El proceso electoral que se abre a partir de ahora se calcula que tendrá una duración de unos tres meses. Antonio Resines, el nuevo presidente en funciones, calificó en declaraciones a la Cadena Ser de “marrón” la situación creada y aseguró que se convocarán elecciones rápidamente. Resines descartó presentarse.
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