Larga vida al celuloide
Kodak llega a un acuerdo con las 'majors' de Hollywood para seguir produciendo películas en formato físico
Larga vida al celuloide. O, al menos, una supervivencia a corto plazo. Kodak y las principales majors de Hollywood acaban de cerrar con un acuerdo una negociación que empezó en julio de 2014 con un objetivo claro: evitar la muerte del cine en formato físico, un destino que muchos consideraban ya escrito. De momento, Disney, Fox, Paramount, Sony, NBC Universal y Warner Bros se han comprometido a adquirir cierta cantidad de película durante los próximos años, aunque ni el cuánto ni los términos del acuerdo se han hecho públicos, según The Hollywood Reporter.
Kodak es la única compañía que seguía produciendo cintas de celuloide, pero en los últimos años el negocio ya no merecía la pena hasta el punto de que la casa barajaba su desaparición. En concreto, las ventas de película de Kodak han caído un 96% desde 2006, a la vez que la mayoría de las salas de cine del planeta se reestructuraba para acoger proyecciones digitales. Y si en 2007 la empresa suministró cerca de 3.500 millones de metros de película a Hollywood, el año pasado apenas llegó a los 127 millones de metros. El acuerdo, sin embargo, cambia al menos en parte las reglas del juego.
Decenas de cineastas célebres, de Christopher Nolan a Quentin Tarantino, llevaban meses presionando para que el celuloide se salvara. El director de Pulp Fiction llegó a declarar en el último festival de Cannes: “Con el formato digital, el cine como yo lo conocía está muerto. Se ha convertido en ver la televisión en público, y si tengo una gran pantalla en casa no veo por qué debería hacerlo”. Otro aficionado del celuloide que se alegrará es J. J. Abrams, que ha rodado con la cinta de toda la vida su esperadísimo Star Wars: El despertar de la Fuerza. “Si el filme desaparece como formato, con él también se irá el estándar de excelencia, la mejor calidad”, defendió Abrams en 2013.
Más en general, como señala The Hollywood Reporter, varias de las principales candidatas al Oscar de este año fueron rodadas en formato físico: Boyhood, El gran hotel Budapest, The imitation game, Insterstellar y Foxcatcher. También algunos de los filmes más esperados de los próximos meses, de Jurassic World a Batman v. Superman – Dawn of Justice, han preferido el método tradicional respecto al digital. Otro grito en favor del cine de siempre viene del británico Ken Loach, quien declaró el año pasado al recoger el Oso de Oro a la carrera: “El celuloide es algo mágico que los que hacen cine con ordenador se pierden”. Sin embargo, como muestra de los tiempos, Loach se quedó sin cinta durante el rodaje de Jimmy’s Hall y tuvo que pedir por medio mundo un préstamo de celuloide: acudió a su rescate –vaya paradoja- la digitalísima Pixar.
Los más puristas señalan también la mayor calidad artística del formato físico, por mucho que el espectador común apenas perciba la diferencia. Sin embargo, hay muchas voces también en el bando opuesto, tanto de cineastas como de productores. Empezando por James Cameron, quizás el que dio el pistoletazo de salida al fenómeno: rodó Avatar solo en formato digital, de ahí que las salas que no estuvieran preparadas para ello se perdían la película. Hace tiempo que Peter Jackson también ha abandonado el formato físico y de hecho experimenta con el digital hasta el punto de aumentar la tradicional velocidad de 24 fotogramas por segundo a 48 en su reciente trilogía de El hobbit. Otra institución del cine británico, Mike Leigh, contaba en el último festival de Cannes que ha rodado su última película, Mr. Turner, en digital y que, básicamente, está encantado. De hecho, tanto el propio Cannes, como San Sebastián o Berlín, ya llevan dos ediciones en las que prácticamente todas las proyecciones son solo digitales.
El productor de Transformers: la era de la extinción, Ian Bryce, explicaba hace un par de años en la presentación de esta película una de las razones del adiós al celuloide: “Es mucho más conveniente rodar en digital”. Y para la distribución del filme también hay un ahorro significativo a favor del digital: de los 1.200 euros de coste para una copia en 35 mm se ha pasado a 100. Tanto que en 2011 John Fithian, presidente del gremio de exhibidores de Estados Unidos, afirmó que “nadie debería confiar en que la distribución de copias en celuloide dure mucho más”.
“La película ha sido durante mucho tiempo, y seguirá siendo, una parte vital de nuestra cultura”, ha asegurado en cambio en un comunicado el director ejecutivo de Kodak, Jeff Clarke. “Con el apoyo de los estudios, continuaremos produciendo películas, con su incomparable riqueza y textura, para permitir a los directores narrar sus historias y demostrar su arte”, ha añadido Clarke. Y el presidente del Departamento de entretenimiento y películas comerciales de Kodak, Andrew Evenski, defendió al Hollywood Reporter que la compañía está buscando ahora acuerdos también con las distribuidoras independientes.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.