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“Quise hacer un libro gracioso pero no intranscendente”

Pedro J. Domínguez publica `Caraculo´, una novela sobre la crisis existencial de un hombre

El escritor Pedro J. Domínguez.
El escritor Pedro J. Domínguez.

Pedro J. Domínguez (Madrid, 1964) escribe desde hace mucho pero publica desde hace poco. Dice que cuando era niño empezó, como muchos, con poemas. Más tarde llegaron los cuentos hasta que, al final, se aventuró a escribir novelas. El camino ha sido lento, reconoce, porque su literatura es producto de los ratos libres que le deja su trabajo en una empresa de investigación y servicios de marketing. Pero ha visto recompensada su vocación por narrar con la publicación de su segunda novela, Caraculo (Suma de Letras), la historia de un hombre en crisis.

Un día, Oriol decide vestirse de Superman y subirse a la azotea del edificio de oficinas donde trabaja con la intención de saltar al vacío. No es la primera vez que intenta quitarse la vida, pero está vez parece que va en serio. Se siente, como nunca antes, un caraculo: tonto, perdedor, ridículo, patético. Su crisis es personal, familiar y empresarial. Su mujer le pone los cuernos, él se ha enamorado de una compañera de trabajo que no le corresponde y su jefe le ha pedido que despida a parte de su equipo. ¿Cómo seguir viviendo así? Pero en las páginas de esta novela hay la posibilidad de que algunos sueños se cumplan. El secreto es que Oriol no se engañe a sí mismo.

“Muchos pueden verse reflejados en esta historia. Pero es la historia de un perdedor-ganador. En el sentido de que sólo fracasan los que nunca intentan cambiar las cosas o su propia vida”, dice el autor una mañana fría en la sala de juntas de la empresa donde trabaja, muy semejante a la que aparece en su libro. Pero él se apresura a aclarar que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. “Es inevitable tomar algunas cosas de la realidad. Además, claro, está escrito en primera persona y desde el punto de vista subjetivo, y eso pudiera prestarse a pensar que narrador y autor son lo mismo. A mí me resultaba más fácil ambientarlo en algo que conozco. Y hacer una novela de crisis personal en un momento de crisis general. Dije: estamos muy tristes, la gente necesita reírse. También estamos muy desorientados. Y por todo eso, escribí esta novela.”

La primera novela que Pedro J. Domínguez publicó es de corte policiaco. Esta, en cambio, está llena de ironía y humor. “Es parte del ambiente en que me desenvuelvo. Entre compañeros todo se presta a la broma. Ya el título es gracioso o jocoso. Y pareciera un libro ligero o fatuo o sin sustancia. Pero esa no era mi intención. Quise hacer un libro gracioso pero no intranscendente. El principio de la novela es más ligero y más fácil, quizá. Pero conforme se va desarrollando la trama, se encuentra uno con más carga. Es difícil no caer en la broma fácil, es verdad. Reescribí varias partes porque me cuidé de no caer en simplezas”, explica.

—¿Y cuándo se ha sentido usted un caraculo?

—Muchas veces. Cuando uno pregunta a alguien que no ve hace tiempo por su esposa y resulta que se han divorciado y ya lo sabías. Con clientes también. A una persona yo le confundía el apellido y él no sabía cómo decírmelo, hasta que me lo dijo. Y luego, también, cosas más raras, pero permíteme que esas me las guarde para mí.

El hombre que sólo escribe en sus ratos libres ya tiene otra novela entre manos. “Será de género fantástico”, adelanta. Pero su gran ambición es escribir como los autores que admira. “Hubiese dado mi mano izquierda por haber escrito como Gabriel García Márquez o como Cervantes o Clarín o como la Generación del 27. He aprendido de ellos que los escritores tenemos la misión, en la medida de lo posible, de transformar el pensamiento de la gente. Que la gente sueñe y reflexione. Es lo que intento.”

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