El arte reina en Miami
300 galerías de todo el mundo acuden al evento junto a cientos de artistas y críticos
Poco podían imaginarse los fundadores de Art Basel que su feria de arte contemporáneo, arrancada en 1970 por algunos galeristas suizos en la ciudad de Basilea, se convertiría tres décadas después en el evento más relevante del planeta en lo que respecta al arte contemporáneo.
Además de conservar su emplazamiento original, abrió el año pasado sus puertas en Hong Kong y –sobre todo− marca cada temporada el devenir del sector con su rama en Miami, en una edición que cerró sus puertas el sábado. “Es un evento muy importante para la ciudad y creo que de algún modo ha cambiado la percepción que el público tiene sobre la ciudad. Si echas la vista atrás y piensas la imagen que el mundo tenía de Miami y luego piensas la imagen que tiene ahora, entenderás perfectamente el papel de la cultura y el arte en este proceso de cambio” dice Craig Robins, uno de los mayores coleccionistas de arte contemporáneo del mundo, fundador de Design Miami (una feria paralela a Art Basel, centrada en el universo del mueble) y creador del Design District, un barrio dedicado al mundo del lujo, el arte y la arquitectura que este año es uno de los focos del evento. Robins, uno de los hombres clave en la llegada de Art Basel a Miami, anunció ayer la apertura del futuro Museo de Arte contemporáneo de la ciudad, flanqueado por el alcalde y algunos de sus inversores más poderosos (un proyecto encargado al estudio español Aranguren & Gallegos).
En cualquier caso, las trescientas galerías que acuden al evento oficialmente (muchas otras lo hacen por su cuenta) y los miles de artistas, críticos y periodistas acreditados para el certamen dejan pocas dudas de la descomunal potencia de Miami. “Es muy importante estar aquí y creo que ayuda a entender hacía donde se dirige el sector y a ver este mundo con una perspectiva global”, cuenta Paula Crown, una artista de Chicago que exhibe la que es –probablemente- la pieza más grande del evento, Transposition, una instalación de 350 metros cuadrados en una de las esquinas más solicitadas de la ciudad, en el corazón del Design District. “(Sonríe) Sí, supongo que es un trabajo ambicioso". ¿De dónde viene? "Bueno, de un viaje por África, de la reflexión sobre el paisaje y la voluntad de reflejar eso, de materializarlo”. La estructura, de madera y cristal, coronada por una gigantesca pieza (también de madera, de 100 años de antigüedad) es una de las grandes atracciones de este año, juntamente con las exposiciones de John Baldessari, obras inéditas de Niki de Saint Phalle y Alfredo Volpi y “el rompedor trabajo del Taller Torres-García [la mítica escuela de Montevideo]” en palabras del director de la muestra, Marc Spiegler. La legendaria Marina Abramovic, no podía faltar a la cita, así como la –esperadísima- exposición de Theo Jansen con sus Strandbeests, gigantescas esculturas realizadas con material reciclado que el escultor suelta al viento.
Pero más allá de exposiciones, galeristas y críticos, algunas de las cosas más interesantes de la 12ª edición de Art Basel Miami son los experimentos que distintos artistas realizan a lo largo y ancho de la ciudad, con el arte como elemento vertebrador. De estos, Sanatorium, del mexicano Pedro Reyes, es uno de los más esperados. El artista ha montado en el Instituto de Arte Contemporáneo de Miami una ‘clínica’ que ofrece tratamientos personalizados basados en la ingeniería social y la psicología: “Creo que lo que intento transmitir es la muerte del gurú, del especialista. Yo soy lo contrario de Marina Abramovic: para mí el artista es irrelevante y de hecho para esta actividad he formado a voluntarios. ¿Ejemplos? Bueno, tenemos un casino filosófico que funciona como una especie de Oráculo de Delfos (risas) donde tus preguntas son respondidas lanzando un dado que incluye diversas frases de pensadores para que después éstas se interpreten en grupo… creo que es importante transmitir que al contrario de lo que dice el capitalismo el grupo es mejor y más fuerte que el individuo” cuenta Reyes.
La gigantesca muestra incluye también multitud de secciones y en la dedicada al mundo del cine ofrecerá en exclusiva (en un pase en Colony Theatre de Miami Beach) la última película de Tim Burton, Big eyes, probando aquello de que –finalmente- todas las disciplinas artísticas acaban confluyendo tarde o temprano.
Babelia
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