Mariano Antolín Rato gana el Premio Nacional de Traducción
El jurado eligió al autor “por el amplísimo repertorio en su obra"
Mariano Antolín Rato fue quien usó el término yonqui por primera vez en castellano. Nació en Gijón en 1943 y desde poco después su vida ha estado repleta de letras, en varios idiomas: inglés, francés e italiano. Este novelista, ensayista, traductor y colaborador de prensa que estudió filosofía y derecho en la Universidad de Oviedo ha sido galardonado con el Premio Nacional a la Obra de un Traductor para este 2014, dotado con 20.000 euros, según un comunicado del Ministerio de Cultura este martes.
Empezó por casualidad, cuenta con la alegría que le produce el reconocimiento: "Llegaba de Italia donde había estado haciendo unos cursos y me planté en casa de un amigo en Barcelona, sin una peseta". Allí le presentaron a José María Valverde, que estaba haciendo unos fascículos para Salvat, y le ofreció traducirlos. "Aquello me salvó del apuro y fue el comienzo de todo lo que vino después".
Con su nombre o bajo el seudónimo de Martín Lendínez, lo que vino después fueron las traducciones de nombres como Dos Passos, Faulkner o Fitzgerald, los de la Generación Perdida; o los de la Generación Beat, Kerouac, Burroughs o Ginsberg. Tan laureada como difícil fue The Making of Americans (Ser americanos), de Gertrude Stein. Casi 2.000 páginas que, cuando llegaron a manos de Antolín Rato, solo tres personas habían leído. Gertrude Stein, que lo escribió; Alice B. Toklas, su novia, que lo pasó a máquina; y Ernest Hemingway, que lo editó. "Fue lo más complicado que he hecho jamás, también fue lo que me enseñó a traducir".
Antolín Rato, también novelista, recuerda a Borges: "Todo lo que puede hacer un escritor aparte de escribir es traducir". ¿La mejor traducción? "La mejor, aunque luego no funcionó mucho, fue Última salida para Brooklyn, de Hubert Selby". El traductor se sumerge en las metáforas taurinas para explicarlo: "A veces hay libros que te cogen a contraestilo y tienes que esforzarte en torearlo bien para poder hacerle la faena. Pero ese fue uno de esos que entras en él y hay un flechazo".
El premio le ha cogido por sorpresa, y aunque asegura que no tiene mucho que ver con el Gobierno, "acepto el premio y me honra el recibirlo. No sé las razones de quienes lo rechazan, pero igual que padezco mucho a quien lo da, tampoco tengo nada que ver con las grandes empresas editoriales, que son quienes me pagan". Al novelista, esto le asegura unos "meses más tranquilo". Este lunes empezó a leer una historia policiaca que transcurre en Nueva Orleans a principios de siglo. "Hoy, obviamente, ya no he podido hacer nada".
El jurado que ha fallado el premio ha elegido la obra de Antolín Rato “por toda una vida dedicada a la traducción, por el amplísimo repertorio de registros lingüísticos, estilos literarios, corrientes estéticas y visiones del mundo con los que ha enriquecido nuestra lengua”. Este galardón tiene como objeto distinguir el conjunto de la labor realizada por un traductor español, sea cual sea la lengua o lenguas utilizadas en el desarrollo de su labor, y que haya dedicado especial atención a la traducción de obras extranjeras a cualquier lengua del Estado español.
En la categoría de mejor obra (que distingue la traducción de una obra escrita originalmente en lengua extranjera a cualquiera de las lenguas españolas, y que haya sido publicada por primera vez en España en 2013) el premio ha sido para Eva Almazán, María Alonso Seisdedos, Xavier Queipo y Antón Vialle con el Premio Nacional a la Mejor Traducción por su traducción de la obra Ulises de James Joyce.
El jurado, presidido en ambos casos por la directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, Teresa Lizaranzuque, ha fallado el Premio Nacional a la Mejor Traducción por la traducción al gallego de Ulises realizada por Almazán, Alonso Seisdedos, Queipo y Vialle “por haber resuelto brillantemente el desafío y complejidad que supone la amplia combinación de registros, juegos de palabras o alteraciones presentes en el original”.
La novela de James Joyce fue publicada en París en 1922 por la librería Shakespeare and Company. En la versión al gallego participaron María Alonso Seisdedos, traductora y correctora editorial, en la actualidad a cargo de las versiones de las novelas de Orhan Pamuk al gallego; Eva Almazán, también traductora profesional, con obras de Paul Auster, Edgar Allan Poe o Martin Amis en su currículo; Antón Vialle, traductor e intérprete que hizo la versión de A cea, de Herman Koch, la primera del holandés al gallego; y Xavier Queipo, uno de los autores que encarnaron la renovación de la narrativa gallega actual en los años 90.
Babelia
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