Unos viejos premios para unos nuevos reyes
La princesa Leonor no se encargará de entregar los Premios de Asturias hasta unos años
Será todavía responsabilidad de los reyes. La princesa Leonor, a sus nueve años y pese a haber sido nombrada presidenta del patronato de la Fundación que otorga los premios, es aún muy niña para exponerse tanto en público. Esperarán a una edad razonable por expreso deseo de los monarcas. Su padre tenía 13 cuando pronunció su primer discurso, cuya copia manuscrita ha corrido de foro en foro esta edición con una letra cristalina.
Lo que oficialmente confirman es el deseo de los reyes de seguir con el peso de los mismos, pese que este año ya han acortado un día –solían llegar el jueves y este año lo hicieron ayer por la tarde, justo para el concierto del Réquiem de Mozart- su presencia en el principado. Y lo que extraoficialmente se comenta es que más que de ambos, será tarea sobre todo de la reina Letizia, asturiana militante, la transición hasta la entrada de la princesa.
Esta mañana recibían uno a uno a los premiados, se fotografiaban con ellos antes de la ceremonia y compartían con la corte en pleno –el poder económico, académico, cultural, político, del entorno de la comunicación, científico y diversos invitados de todo el mundo…- para el día que posiblemente suponga una fecha especial cada año en la historia como pareja de Felipe y Letizia.
En Oviedo empezó a rodar de boca en boca la historia del príncipe y su novia periodista; en Oviedo, cada año, disfrutan de una fiesta mayor a pesar de las tensiones de los últimos tiempos. Tensiones en la calle, que este año han sido previstas con un despliegue policial sin precedentes con cuerpos movilizados en toda España para trasladarse a Asturias en tareas de seguridad. El ayuntamiento ha permitido las manifestaciones y ha cedido la Plaza de la Escandalera para una movilización que pretenden alejar del Teatro Campoamor.
Dentro del Hotel Reconquista, tanto el futuro estreno de Leonor como las manifestaciones eran tema en los corrillos. Una reunión en la que en la misma fila de entrada a los salones uno podía encontrarse con atletas como Martín Fiz, que mañana correrá la maratón de Gijón, como a cantantes anteriormente galardonadas como Barbara Hendricks. A hombres de peso en el pasado como Antonio Garrigues como a estrellas de la radio y la televisión caso de Luis del Olmo o Eduardo Punset. Rectores universitarios, banqueros como Ana Botín, editores, dirigentes políticos, personalidades académicas, invitados de los premiados, que aguardaban dentro, junto a los reyes, la espera de su momento en el escenario.
Babelia
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