Oviedo espera a los reyes
Una escultura de Mafalda se instalará cerca de la del director Woody Allen
Amanecía hoy Asturias con esa claridad sin neblina que resalta la silueta de los montes en 3D. Justo la dimensión en que a Quino, el dibujante galardonado con el Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, no le gusta que reproduzcan a Mafalda. Precisamente la mañana iba a dar cierto protagonismo a ese personaje rebelde y en guardia contra el mundo a quien no le gusta la sopa, con la escultura que se instala a partir de la una de la tarde en el parque San Francisco, en pleno corazón de la ciudad, acompañando a algunos pasos al caminante Woody Allen, que queda a mano.
Habría que ver con qué inesperada ironía reaccionó la niña espontánea, tierna e insolente ante la cátedra Sopa Mafalda, que se les ha ocurrido promover a unos cuantos cocineros de los alrededores. A Quino, por lo pronto, le ha parecido algo simpático y original que su criatura probara cinco platos de cuchara cocinados por otros tantos chefs genuinamente asturianos.
Con todos los premiados ya en la ciudad, cumpliendo los programas previos por toda la región antes de ser galardonados, Oviedo esperaba a los reyes Felipe y Letizia, en el año del relevo. Será su hija quien a partir de 2015 lleve la marca de unos reconocimientos que a estas alturas cuentan con un afianzado prestigio internacional. La sosegada claridad del día dejaba entrever algunos nubarrones con protestas ciudadanas convocadas para mañana y 400 antidisturbios movilizados por temor a la amenaza de reventar algunos actos.
Hasta ahora no se han conocido altercados. Ni en el encuentro con becarios de la Fundación Fulbright, ejemplo de mecenazgo universal creado por el senador William Fulbright en Estados Unidos, cuyo ambicioso programa de becas ha sido reconocido con el premio de Cooperación Internacional en el país donde acabamos de comprobar cómo se esfuma la tan esperada Ley de Mecenazgo; ni cuando los galardonados con Investigación Científica –los químicos Avelino Corma Canós, Mark E. Davis o Galen D. Stocky, responsables de técnicas de purificación del agua y el aire-, mantuvieron un coloquio con estudiantes en la facultad que imparte su especialidad.
Tampoco la Caddy Adzuba –Concordia—, la congoleña que ha levantado la voz en contra de la terrorífica violencia sufrida por las mujeres en África, notó malas vibraciones en su aparición en la casa de Encuentros de Mujeres de Gijón, donde el relato de las atrocidades de que ha podido ser testigo en su país, sobrecogió a los asistentes.
También Joseph Pérez, gran biógrafo e historiador francés, autor de la obra de referencia sobre el cardenal Cisneros, se acercó a rendir homenaje al referente de la Ilustración en España que fue Gaspar Melchor de Jovellanos, en su casa natal. Gijón es uno de los centros neurálgicos de las actividades. El sábado se correrá la gran Manzana, como homenaje a los galardonados este año con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes: los organizadores del maratón de Nueva York.
A la espera también esta tarde de un encuentro con la estrella de la arquitectura Frank Gehry y otro más en el campus de Humanidades de Oviedo con el escritor irlandés John Banville, que ayer ya se dio un baño de multitudes en el teatro Jovellanos, también en Gijón, la ciudad disfrutaba de su semana grande acogiendo asturianamente –quiere decirse esplendorosamente— a sus invitados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.