El planeta FIL se pone a girar
La feria de Guadalajara, epicentro anual del mundo literario en Iberoamérica, presenta un programa diverso y global con Argentina como país invitado
Nonagenario, menudito, con el pelo blanco-nieve alborotado, la imagen leve del poeta francés Yves Bonnefoy el año pasado caminando por los pasillos de la FIL, dentro de esa enorme nave por la que tanta gente iba y venía, era el retrato de la relación de fuerzas que retroalimentan esta feria: la fuerza del libro, ligera pero única, y la de la industria, tan necesaria, algo estruendosa.
“Me sorprendió la cantidad de personas que deambulaban entre los estantes”, se escuchó a Bonnefoy en un vídeo sobre la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, cuyo programa para la 28 edición (del 29 de noviembre al 7 de diciembre) se presentó hoy en esta ciudad. El israelí David Grossman decía en el vídeo que le había impresionado la cantidad de niños y de jóvenes que había por la feria. Lo de los jóvenes lo mencionó también en la grabación Vargas Llosa, y Fernando Vallejo, que le llamó a la FIL “una belleza llena de alegría” y advirtió de que ya es una cita que “trasciende Hispanoamérica”. En los dos últimos años, por primera vez, los ganadores del Premio FIL no han sido iberoamericanos: Bonnefoy en 2013, y este año, el italiano Claudio Magris.
En la presentación de esta mañana, Magdalena Faillace, embajadora cultural de Argentina, el país invitado, calibró la dimensión de la FIL como una mezcla de lo mejor de otras dos grandes ferias: “Reúne lo multitudinario de la de Buenos Aires con el potencial de negocios de Frankfurt”. En el vídeo, el escritor mexicano Juan Villoro también resaltaba la relevancia estructural de la feria de Guadalajara para que el libro se sostenga: “Es clave para la industria. Para los escritores, para los libreros, para el mercado”.
Van los números. Este año. 653 autores de 32 países. 1.900 editoriales. 580 presentaciones de libros. 20.000 profesionales del sector. Público asistente: unos 750.000. Derrama económica en la ciudad: unos 300 millones de dólares. 430.000 títulos en exhibición a la venta; en una nave de 34.000 metros cuadrados, ese espacio inmenso por el que andaba a pasito corto, asombrado por la muchedumbre, el poeta Bonnefoy.
Van los nombres. Este año. Elena Poniatowska, Magris, Fernando del Paso, Nélida Piñón, Margo Glantz, Ernesto Cardenal, Thomas Piketty, Gioconda Belli, David Byrne, Alberto Manguel, Ken Follet, Rodrigo Fresán, Enrique Krauze, Alan Pauls, Villoro, Ray Loriga, Jorge Luis Boone, Sergio González Rodríguez, Fabio Morábito, José Manuel Sánchez Ron, y un etcétera largo de nombres de relieve.
De Argentina también se especula con la presencia de la propia presidenta, Cristina Fernández de Kirchner
También, homenajes a figuras que fallecieron este año o cuyos aniversarios se conmemoran en 2014. Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Efraín Huerta, José Revueltas, José Emilio Pacheco… De recordar a los argentinos se ocupa el pabellón de su país, que estará presidido por las figuras de Cortázar, Bioy Casares y Juan Gelman. Argentina traerá a 60 escritores. La canciller cultural Faillace lamentó la ausencia de Ricardo Piglia (Blanco nocturno, Respiración artificial) que según la alta funcionaria ha sido invitado pero no estará, aunque enviará un texto para la conferencia magistral sobre Cortázar. De Argentina también se especula con la presencia de la propia presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, invitada por el presidente mexicano Peña Nieto pero aún sin confirmar.
Estará seguro una protagonista de la actualidad latinoamericana: Estela de Carlotto, que encontró a su nieto, arrebatado por la dictadura, después de 40 años buscándolo. Argentina quiere aprovechar su presencia en la feria para homenajear la labor de Abuelas de Plaza de Mayo, presidida por Carlotto; un reconocimiento que podría ser extensible a tantos y tantas que han tratado y tratan de encontrar en América Latina a sus desaparecidos, y que en cierto modo asienta la declaración de intenciones que ha hecho Faillace en relación al papel de su país en la feria: “No somos los europeos de América Latina. Queremos afirmar que somos orgullosamente latinoamericanos”.
Este año, la ciencia gana fuerza en la FIL
La FIL será un aluvión de actividades, cada año más heterogéneas. Por supuesto, presentaciones de libros, mesas de diálogo, firmas de libros. También espacios para niños, a los que la feria da especial importancia: habrá 18 talleres basados en obras de Cortázar, Kafka, Carroll y la argentina María Elena Walsh, cuya canción Como la cigarra, curiosamente, sonó este año en México de una forma imprevista: el Subcomandante Marcos la usó de música ambiental cuando reapareció para decir que había decidido desaparecer. Tantas veces me mataron / tantas veces me morí /Sin embargo estoy aquí / resucitando… Para los jóvenes habrá encuentros abiertos con Claudio Magris, Arturo Pérez-Reverte, el talento de la crónica negra mexicana Élmer Mendoza y con divulgadores científicos como Ruy Pérez Tamayo y Eduardo Punset.
Este año, la ciencia gana fuerza en la FIL. Se celebrará la primera edición de La FIL también es Ciencia, se entregará un premio de este sector y se homenajeará al astrónomo mexicano Arcadio Poveda. Hablando de ciencia: el presidente de la FIL, Raúl Padilla, se sorprendió en la rueda de prensa de esta mañana de que ningún reportero preguntase sobre los libros digitales. Dijo que impreso y digital estaban “cohabitando” sin problemas y que la edición digital es ya una realidad sólida y natural para la industria del libro y para los escritores. Este año la FIL hará crecer el Área de Libro Electrónico, inaugurada el año pasado, y por primera vez habrá un taller profesional de creación de eBooks.
Babelia
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