El trabajo de Jade Raymond es un juego

Si sueña con trabajar en la industria del videojuego, su currículo tiene que llegar a Jade Raymond. La productora y cabeza visible del superventas Assassin’s creed dirige a 350 personas, la mayoría hombres. Cada año, añade por encargo de su empresa, Ubisoft, un centenar para llegar a los 800 en 2020. “Empezar de cero fue un reto. Ahora estamos trabajando en cinco proyectos diferentes”. Sobre su mesa, entre otros secretos -esos inconfesables-, se encuentran Far cry 4 y Assassin's creed unit, de ellos dependerá el buen o mal año económico de la multinacional francesa del videojuego. Jade Raymond busca sobre todo gente apasionada: “Siento que la nueva generación de jóvenes graduados, en concreto en Estados Unidos, tienen valores diferentes. Mi generación, la de mis padres… queríamos un trabajo, eso lo era más importante. Ahora a los jóvenes no solo les define el trabajo, sino otras muchas cosas: la cultura, el estilo de vida… Si no encuentran un oficio que encaje con su forma de ser y sus expectativas, siguen buscando”.

Raymond, nacida en Montreal hace 38 años, está considerada una de las mujeres más importantes de la industria del videojuego, donde, ciertamente, no abundan. Ella hace lo que puede, pues un 20% de los contratos firmados por Raymond son para mujeres. “La realidad es que cuando yo era pequeña había pocas chicas que jugaran. Un día pensé: 'Espera un momento, si hay gente que hace juegos ¿por qué yo no?'. Si las chicas no juegan tampoco piensan en que pueden trabajar en ello; pero eso está cambiando, especialmente con los teléfonos móviles”. Ella se atrevió. Estudió ciencias de la informática en una clase con 150 hombres y tres mujeres, luego pasó por Sony y Electronic Arts. Y mientras tanto, el número de jugadoras ha ido en aumento. El 48% de la población europea es aficionada a los videojuegos, y casi la mitad son del género femenino (45%). El 52% es menor de 35 años, según datos facilitado por AEVI (Asociación Española de Videojuegos). Solo en España hay 19 millones de aficionados.

Raymond visita esta semana Barcelona con motivo de la feria Gamelab. Ahora desde la dirección de Ubisoft en Canadá, Raymond impulsa cambios en la industria. “Los videojuegos de gran éxito siguen siendo una especie equivalente a las películas de acción americana. No hay mucha variedad. Tienes que ser un espía, un militar o un gánster. Ciertamente, considero que los videojuegos son más poderosos que las películas porque son interactivos, tienen ese potencial; pero en la actualidad estamos demasiado centrados en las películas de acción y sus héroes”. Y cuando se le pide, propone ideas para cambiar los argumentos: “Por ejemplo explorar la pobreza y la igualdad en la sociedad. Hay millones de temas que están pasando en el mundo susceptibles de convertirse en un videojuego”.

Los equipos de producción cada vez están más próximos a los de las películas, en cuanto a número de gente implicada y presupuestos para un gran juego de consolas. Un ejemplo: Grand theft auto V es el producto de entretenimiento (el dato incluye a música y cine) que más ingresos ha obtenido en un solo día al vender 11 millones de copias. Sin embargo, no es lo mismo hacer una película que crear un juego. “No se trata de escribir una idea y dársela a una compañía de juegos. La historia con los videojuegos suele ser la última capa. Nosotros creamos mundos virtuales en los que la gente puede vivir. Y tienes que pensar en los sistemas tecnológicos que usarás”. Si tiene que escoger entre consola y móvil, no duda: la consola, "son dos mundos diferentes”. La maternidad le ha puesto difícil el acceso a los videojuegos. Madre de dos hijos, tiene que pedir turno si quiere probar alguna novedad en el sofá de casa. Si hay urgencia, opta por su móvil o por jugar en la oficina; a Jade Raymond le cuenta como trabajo.