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El canalla carioca en versión española

El musical 'La ópera del malandro' llega a Madrid en el 70 cumpleaños del autor, Chico Buarque

Una escena del musical La ópera del malandro.
Una escena del musical La ópera del malandro. Compañía teatro defondo

La versión de la compañía Teatro Defondo del musical La ópera del malandro, de Chico Buarque, afronta dos desafíos ante el público español: hacer inteligibles las canciones en portugués sin traducirlas y presentar personajes típicamente brasileños. La figura del malandro, el protagonista, es sobradamente conocida en Brasil, pero poco exportada. “Es un hombre que vive como si lo tuviera todo, y no tiene absolutamente nada”, define Vanessa Martínez, directora escénica de la obra, que estará en cartel en el teatro Fernán Gómez de Madrid hasta el 29 de junio.

El malandro es un antihéroe presente en la literatura, la música popular y el cine brasileño. Un personaje de estilo de vida bohemio, que rechaza el trabajo y se busca la vida a través de trampas y estafas. “No hay ningún concepto parecido en Europa”, dice Martínez, que considera difícil de explicarlo a través del protagonista, Max Overseas. Este es un contrabandista orgulloso de su pequeña delincuencia, “un personaje romántico y muy coherente, porque es un transgresor y todos lo saben”, explica la directora. “Ese malandro original ya no existe. Ahora son otros, como Chico dice en la canción: malandros oficiales, legales, con retrato en la columna social”. Una definición que se acerca a otros personajes de la obra, como Durán —un dueño de prostíbulos deshonesto que explota a sus empleadas—, y Chaves, un policía corrupto. “Es ahí donde la gente ve claramente el parangón con los españoles”.

El malandro es un personaje de estilo de vida bohemio, que se busca la vida a través de trampas y estafas

Chico Buarque se inspiró en la La ópera del mendigo, de John Gray y La ópera de los tres centavos, de Bertolt Brecht y Kurt Weill, para escribir en 1978 La ópera del malandro. Martínez asegura que hay una gran diferencia entre los personajes alemán e inglés y el malandro brasileño: “La historia es la misma, pero el personaje europeo es más violento. Lo que tienen los malandros es una alegría, que está asociada a las cantinas, a un tipo de samba que solo bailan ellos. Es ese personaje del que no puedes evitar enamorarte”.

Para la directora, Chico Buarque juega con algo distinto. La música en la obra de Brecht, por ejemplo, es “desarmónica, representa a un momento expresionista”, mientras que la versión brasileña presenta a “personajes en situaciones muy feas que cantan cosas muy hermosas”. La acción está situada en el barrio de Lapa, en el Río de Janeiro de 1940, pero la directora está convencida de que la temática sigue siendo bastante actual: “El texto contiene toda la problemática social del Brasil contemporáneo, solo que vista en el espejo de aquel tiempo”.

La directora mantuvo las canciones en portugués: "me parecía una atrocidad traducir a Chico Buarque”

Chico Buarque es, además de novelista y dramaturgo, uno de los mayores nombres de la música popular brasileña, con cerca de 80 discos. Martínez le admira porque “es un hombre que abarca todo lo que su cabeza es capaz de imaginar”. “No conozco a nadie más, salvo a Mozart, que logre una simbiosis tan perfecta entre texto y música”. Y cita a Doña Canô, la madre de Caetano Veloso, que decía que Chico Buarque es el único hombre que escribe como una mujer. “Las canciones son de una sensualidad femenina que capta mi atención y me emociona. Chico crea imágenes detallistas y muy poéticas”, comenta Martínez.

En la interpretación española del texto, la directora optó por mantener las canciones en portugués, puesto que le parecía “una atrocidad intentar traducir a Chico Buarque”. Martínez opina, además, que un buen musical está escrito en un idioma con una intención, y que esta debe ser respetada. Así que se conservó la forma pero el contenido se muestra con subtítulos, porque “la gente tiene que entender la belleza de lo que se está diciendo”. Para ello, tuvieron asesores que dieron a los actores un curso intensivo de fonética. Eso sí, pese al notable esfuerzo de todo el reparto por interpretar las canciones en portugués, La ópera del malandro española tiene mucha menos samba de la que se encontraría en cualquier montaje brasileño.

El espectáculo cruza el charco en un momento simbólico, no solo por el hecho de que todas las miradas estén puestas en Brasil por el Mundial, sino que también es un mes especial para la obra: Marlene, la cantante que participó en uno de los montajes originales, murió el pasado viernes, a los 91 años, y Chico Buarque cumple 70 años hoy. Para este día, se prepara un encuentro del público con el equipo artístico tras la función.

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