Goya, claves para una noche de cine
La gala de los premios Goya se celebra hoy entre quinielas inciertas y marcada por la indignación del sector ante la ausencia del ministro Wert
Hacía tiempo que unos premios Goya no se presentaban tan abiertos e impredecibles. Las cinco películas que compiten por la estatuilla final, la de Mejor Película, son La herida, de Fernando Franco, Caníbal, de Manuel Martín Cuenca, Vivir es fácil con los ojos cerrados, de David Trueba, Quince años y un día, de Gracia Querejeta y La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo. Apostar por cualquiera de ellas es, más que nunca, deporte de riesgo.
El desplante del ministro. Por si la incertidumbre fuese poca fuente de tensión, el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, ha provocado una auténtica oleada de indignación en un sector más que quemado con la política del Gobierno. En un año marcado por la subida del IVA y por la guerra en el precio de las entradas, la espantada de Wert solo añade más leña al fuego.
Una estrella de la televisión. El humorista Manel Fuentes escribe, dirige e interpreta el guión de la 28 edición de los Goya, una gala cada vez más enfocada a la televisión y sus estrellas. La retransmisión arranca a las 22.00 horas en La 1 de TVE. “La velada será una declaración de amor al cine en toda regla”, asegura Fuentes. La presencia de Javier Bardem entregando el Goya a la mejor actriz de reparto y acompañando a su hermano Carlos (candidato a mejor actor secundario y guión adaptado por Alacrán enamorado) garantiza un momento de alto voltaje.
¿Y Alex de la Iglesia? La ausencia de Álex de la Iglesia en dos de las categorías más importantes (Película y Director) es una de las paradojas de esta edición. Las brujas de Zugarramurdi es candidata a diez premios, todos técnicos salvo el de Mejor Actriz de Reparto (Terele Pávez) y Música Original (Joan Valent). En el ambiente hay una sensación de castigo hacia el que fue presidente de la Academia de Cine desde junio de 2009 hasta febrero de 2011. “Mi intención era ir a la gala para evitar malos entendidos pero tengo que estar en Buenos Aires para rodar un documental”, asegura.
Brujas y locas. Dos mujeres estarán hoy especialmente nerviosas: Marian Álvarez, la enferma protagonista de La herida y Terele Pávez, una de las brujas de Zugarramurdi. Son claras favoritas en dos de los pocos premios que parecen cantados. Álvarez, de 35 años, logró la Concha de Plata en San Sebastián por su sutil encarnación de una mujer mentalmente a la deriva y Pávez, de 74 años, ha vuelto a demostrar que es capaz de domar y llevar a la realidad al personaje más barroco posible.
Pelea de gallos. Uno de los goyas más reñidos de la noche es, sin género de duda, el de Mejor Actor. Contra el poderío de Eduard Fernández en Todas las mujeres (película con cuatro candidaturas) pesa que ya tiene dos estatuillas, mientras que Javier Cámara (que vuelve a dar el resto en Vivir es fácil con los ojos cerrados) no tiene ninguna. Frente a los dos favoritos, un duro competidor: Antonio de la Torre en su papel de gélido antropófago en Caníbal y, quizá con menos posibilidades, Tito Valverde con su militar abuelo de Quince años y un día.
Mucha comedia. Pese a que Caníbal y La herida son películas duras, lo cierto es que prima la comedia. La gran familia española, Las brujas de Zugarramurdi, Vivir es fácil con los ojos cerrados o Los amantes pasajeros suman un año de carcajadas.
Gente fuera de sitio. La película fenómeno de la temporada, Gente en sitios, de Juan Cavestany, no está representada. Tampoco Ilusión, de Daniel Castro, otro pequeño éxito de ese nuevo cine español que se abre paso con talento, imaginación y escaso presupuesto. Películas realizadas al margen de una industria que parece ignorar estos saludables brotes verdes.
Así se votan los premios
El voto de los 1.300 miembros de la Academia de Cine, cuyo colectivo mayor son los actores, es siempre secreto. La votación se realiza en dos rondas, una en la que salen los candidatos y la final en la que se eligen a los ganadores y cuyos nombres se conocen en la gala de hoy en el Auditorium Príncipe Felipe.
Por primera vez, los finalistas a mejor película y mejor cortometraje de ficción pasan a ser cinco. En esta edición se ha introducido otro cambio: se trata de un sistema mixto que afecta a la primera ronda de votaciones de todas las especialidades (un total de 28), excepto en ocho categorías: película, cortometraje de ficción, documental, película europea, película iberoamericana, corto documental, animación y corto de animación.
Según este nuevo sistema, dos de las candidatas las eligen los miembros de la Academia con derecho a voto y las otras dos salen solo de los votos emitidos por los académicos de la propia especialidad. El notario entrega los resultados de esta primera ronda sin revelar qué películas han sido las elegidas por los miembros de la especialidad y cuáles por el conjunto de la Academia. En la segunda ronda de votaciones, la que da lugar a los ganadores, votan todos los miembros a todas las especialidades y todos sus votos valen lo mismo.
No se exige a los miembros de la Academia acreditar que han visto las películas que votan, aunque las tienen a su disposición en una web con enlaces gratuitos. Solo deben estar al corriente de sus pagos en la institución. Al ser los votos secretos, nunca se sabe el número de votantes ni tampoco el número conseguido por cada uno de los candidatos.
Para ser sinceros, aseguran algunos miembros de la Academia que prefieren mantener el anonimato, lo habitual es no votar a los candidatos “rivales”, aunque a uno le gusten y piensen que se lo merecen. Así crecen las posibilidades de ganar en unos premios cuyo reflejo en la taquilla ya está demostrado que es más que notable.
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