Artes escénicas: farándula para las clases dirigentes
No creo que hayan imaginado que iban a recaudar más subiendo el IVA cultural Hay otras motivaciones en juego
Me alegro por el sector de artes plásticas. Tengo buenos amigos pintores y escultores, algunos de los cuales están pasando dificultades. Quizá hayan considerado que corre más prisa primar el mercado del arte, donde se mueven grandes sumas, donde quizá inviertan sus amistades o ellos mismos. Las artes escénicas son otra cosa, claro, para la mentalidad de las clases dirigentes se trata solo de "farándula”, que solo aprecian cuando van de juerga.
No creo que hayan imaginado que iban a recaudar más subiendo el IVA cultural. Creo que hay otras motivaciones en juego, como orientar las posibilidades restantes del gasto en el mercado del ocio de forma selectiva. En el fondo, no solo influye en sus miras el pragmatismo economicista, se les nota también cierto rencor con respecto a las artes escénicas y a las humanidades, un atavismo clerical contra la libertad de pensamiento, que es peligrosa tanto entre las clases populares como entre sus propios hijos. Olvidan que las artes escénicas son determinantes en la evolución del pensamiento occidental desde sus inicios y volverán a serlo para despejar el horizonte del porvenir.
En lo que concierne a mi propio oficio, lo tengo claro: un país sin buenas canciones carece de energía psíquica. No me importa ganar menos dinero, si el Sr. Wert y su círculo de amistades así lo desean. Pero no voy a renunciar al propósito de hacer buenas canciones, ni a seguir estudiando filosofía.
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