El ritmo Maloso
El mexicano, autor del éxito 'Ritmo especial' y estrella del sello Cómeme realiza un set basado en variaciones de sus temas
Es difícil imaginar que el autor de Ritmo Especial, un hit macarra, crudo y de reminiscencias a aparcamiento de after valenciano, sea el mismo que durante el día es ingeniero en una empresa de desarrollo de maquinaria para fabricar acero. O no. Pero así es el mexicano Daniel Maloso, un tipo versátil y con enorme talento para relacionarse con las máquinas, de todo tipo, y que encuentra la inspiración en los lugares más insospechados. Por eso ha decidido que para este EPmix no haría un dj set, sino un directo mezclando variaciones de sus temas. Improvisando y creando una nueva amalgama sonora.
Un procedimiento que utiliza generalmente para la creación de sus temas, que suelen cocinarse en el estudio y germinan en el escenario. Como sucedió con su álbum o, precisamente, con Ritmo Especial. “Acababa de hacer mi primer lanzamiento en el sello Cómeme, con el disco de Rebolledo. Así que intenté empezar a preparar un set. Regresé un verano a México y mi madre, que tenía una escuela de música, me prestó un cuartito para prepararlo. Estuve encerrado un mes y el Ritmo especial salió jugueteando. En parte el proceso de crear ese tema lo fui adoptando en las producciones de después. Es decir, no necesariamente pasando por tener un tema listo para tocarlo, sino generar elementos para que se vayan creando en los lives, viendo las reacciones de la gente. Parte de esa interacción, tocando de una forma prematura, hace que maduren los temas sin la intelectualidad del estudio, con esa precisión”.
Antes de eso, Maloso había pasado cinco años viviendo en Barcelona. Sí, aunque pocos le conocieran entonces, actuó en Nitsa o en el Moog. Pero no fue hasta su fichaje por Cómeme que saltó a la fama. Todo el asunto coincidió con la última explosión de la electrónica en Latinoamérica y la proliferación de una escena e ideas frescas a lo largo del continente que le llevaron a hacer las maletas de vuelta a casa. “Esa es una de las razones por las que volví. Matías Aguayo [productor y cerebro del sello Cómeme] fue un visionario. Viajaba mucho por Sudamérica, la electrónica ha sido una cultura en Europa desde hace muchos años. Pero con todo el rollo de la globalización se empezó a ver en Latinoamérica una mezcla rara de una generación que la reinterpretaba a través de una vibra latina. La electrónica en Europa había dejado de ser emocionante, nada causaba demasiada euforia, sobre todo en el underground. Esa electricidad estaba desapareciendo. Y Cómeme ayudó a que muchos ojos mirasen hacia otros países”, explica por teléfono. Y ahí se desató una fiebre que hoy ha convertido en lugares como el D.F., con el desembarco de Sónar, clubes tan especiales como M.N. Roy o festivales que multplican por tres la potencia de muchos de los grandes europeos, en nuevos epicentros de la electrónica.
DANIEL MALOSO
- Right Kind (Darks Version)- Unreleased
- Steady Rolling- Cómeme
- Boney- Cómeme
- They Came At Night- Cómeme
- Shera- Cómeme
- Hijos de José- Cómeme
- Coliseos- Cómeme
- Unreleased Jam
- No Doy Nada- Cómeme
- Discoteca Cavernicola- Cómeme
- Ritmo Especial- Cómeme
Después de escuchar algunos de sus temas (especialmente el citado Ritmo Especial) muchos se preguntarán si Maloso había oído hablar de la Ruta Destroy (Ruta del Bakalao) o del sonido de Valencia. La respuesta es un no rotundo. “Me da mucha risa. Me lo ha dicho mucha gente. Pero en mi mente ese sonido de Ritmo Especial es la combinación del punk con la electrónica. Es esa actitud, el cómo llegas hasta ahí a través de una espontaneidad. Pero mucha gente me empezó a decir luego que escuchara a Chimo Bayo y esas cosas. Pero por Dios que nunca lo había escuchado. Me pasó con él y con algún otro artista de esa época. Después lo escuché y vi que había muy buen contenido, así que terminó siendo algo inspiracional”.
Hoy Maloso, residente en uno de los mejores clubes de México (el Hardpop de Ciudad Juárez) va a lo suyo. Cacharrería analógica, improvisación y mucha espontaneidad. Ahora construye un nuevo estudio en Monterrey, donde vive, y prepara nuevos temas para volver a salir de gira. Probablemente también a España. Mientras, compagina la música con su trabajo como ingeniero. “Dedicarme solo a la música me parece de otra época. Hoy en día la accesibilidad a diferentes tipos de profesiones, o la facilidad para diseñar tu estilo de vida permite mudarte de ciudades e ir cambiando. Para mí eso es esencial en la parte creativa. Y para mí el trabajo como ingeniero es muy inspiracional para la música. Me mantiene fresco, me da ideas de gente que piensa distinto, idiomas y lenguajes diferentes, humor distinto, historias… Me nutre mucho. Yo quiero desarrollar la música con un enfoque que no sea necesariamente estar tocando en fiestas hasta las 4 de la mañana toda la vida”.
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