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CRÍTICA | EL ÚNICO SUPERVIVIENTE
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Bélico de tralla

Lo que nos quiere contar Berg en 'El único superviviente' es una especie de tesis sobre los efectos de la lucha en el cuerpo humano y el aguante de este

Javier Ocaña
Taylor Kitsch en un fotograma de 'El único superviviente'.
Taylor Kitsch en un fotograma de 'El único superviviente'.

A pesar de que con anterioridad ya se habían realizado obras críticas respecto de las guerras, la mayoría de especialistas suele considerar el estreno de Senderos de gloria(1957) como el punto de inflexión en el que el cine bélico se convirtió en antibélico. Desde entonces, buena parte de las películas de, en y sobre la guerra suelen poner su granito de arena ético, sobre todo a la hora de valorar las luchas entre los que mandan y los que obedecen en un mismo bando como una contienda tanto o más esencial que la que llevan a cabo los enemigos puros de la lucha, algo que distingue el bélico del antibélico. Y aunque no sean pocas las producciones militaristas que se han realizado desde entonces, en los últimos tiempos suelen destacar más éstas, por su escasez, que las abiertamente críticas.

En El único superviviente, película de Peter Berg basada en hechos reales, hay infinita tralla y un estimable retrato de la tensión, la emoción y el marasmo mental que rodea a un ser humano cercado por la muerte, pero no hay visos de estudio bélico más allá del panfleto ensalzador de la labor de los Navy Seals en la Guerra de Afganistán, casi como un spot publicitario de alístate a las fuerzas armadas, pero a lo bestia.

Desde las imágenes documentales que abren la película, junto a los créditos, lo que nos quiere contar Berg es una especie de tesis sobre los efectos de la lucha en el cuerpo humano y el aguante de éste, cerebro incluido. Cerca por tanto de las cintas bélicas más viriles, aquellas dirigidas por gente como Robert Aldrich (Attack), Don Siegel (Comando) o Walter Hill (La presa), El único superviviente, eso sí, sin una gota de análisis político ni de clase, es cinta para amantes del bélico de fuerza y estopa, de tensión y de liberación, y contiene la, seguramente, caída por una colina más espectacular que se haya rodado jamás.

EL ÚNICO SUPERVIVIENTE

Dirección: Peter Berg.

Intérpretes: Mark Wahlberg, Taylor Kitsch, Ben Foster, Emile Hirsch, Eric Bana.

Género: bélico. EE UU, 2013.

Duración: 121 minutos.

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Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

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