Carmen Maura regresa al ruido

Después de 27 años interpretando “en silencio” (es decir, para la cámara), Carmen Maura regresa este viernes al ruido de un escenario español. Es decir, para un público que tose, se ríe y respira. La actriz (que en 1994 y 1997 sí actuó en París y Buenos Aires) retoma el camino por el que empezó su carrera para dar fe de ese sutil tono que convierte a Miguel Mihura en uno de los grandes de la comedia. El montaje de Carlota,obra escrita por Mihura en 1957, se ha presentado en el teatro María Guerrero de Madrid tres días antes de su estreno, con el reparto en pleno (Maura, Alberto Jiménez, Pilar Castro, Vicente Díez, Pedro G. de las Heras, Natalia Hernández, Jorge Machín, Antonia Paso, Carlos Seguí y Alfonso Vallejo); el director, Mariano de Paco y el responsable del Centro Dramático Nacional, Ernesto Caballero, para quien es necesario “restituir” al dramaturgo madrileño para darle otra dimensión que no sea la “estrictamente comercial”. “La comedia se ha considerado de manera injusta como un género menor y nosotros tenemos un patrimonio formidable de teatro de humor", aseguró Caballero.

Pero pese a la aparente ligereza nunca ha sido fácil lidiar con Mihura. Quizá por eso, el dramaturgo y guionista, maestro del diálogo y de la barra del Chicote, nunca ha acabado de encontrar su lugar en los teatros de repertorio nacionales. Gerardo Vera, anterior director del CDN, llevó a escena este verano una de sus obras cumbre, Maribel y la extraña familia, y ahora le toca el turno a una comedia policiaca que nació con una intención meridiana: “que fuese muy fácil de interpretar y gustase a todos los públicos”. Así lo explicaba el propio Mihura en 1957 en la revista Primer Acto, para luego añadir que las intenciones simples y claras nunca son sencillas. “Como me pasa siempre, la comedia me ha resultado más bien rara y ni el empresario ni yo mismo sabemos todavía qué clase de comedia es”.

En esa sibilina búsqueda, Mariano de Paco, asegura que ha acudido al propio autor, a sus palabras, para guiarse. “Dijo Mihura en una ocasión que, como buen humorista, se ponía triste cuando el público se reía a carcajadas. Todo habría quedado en una simple anécdota más o menos graciosa, si, inmediatamente, no hubiese añadido que no es la risa lo que buscaba en su teatro, que se conformaba con la simple sonrisa”.

Esa sonrisa que tan poco le cuesta provocar a Maura. La actriz, inevitable centro de atención, aprovechó para recordar “el desastre” que rodea a la cultura en España, “es una pena que muchos políticos se crean que esto solo es un juego, sobre todo cuando una sola película hace mucho más por España que cinco ministros y su séquito de gira por el mundo entero”, y para confesar sus lógicos miedos después de casi tres décadas lejos de la rutina de las funciones diarias. “Más allá de llegar tarde a casa, que me gusta poco porque llego con hambre, nerviosa y sin ganas de dormir, tengo los miedos normales después de tantos años sin hacer teatro. El martes tuvimos el primer ensayo con público, alguien se rio y me olvidé de la letra. En el cine actúas en silencio absoluto y sin espectadores, y eso lo cambia todo. Haces el esfuerzo de una vez, pero aquí tienes que acordarte cada día. Por eso, jamás hay una función igual, y supongo que ese es uno de sus grandes atractivos”.

Maura interpretó a Carlota con 19 años en el Teatro Español Universitario (TEU) en el que empezó su carrera, “es una de esas casualidades en las que me gusta pensar: entonces, aunque era una diva del TEU, era demasiado joven y no pegaba nada para el papel, ahora seguramente ya me paso de la edad, pero es mucho mejor”. Maura asegura que en estos años le han llegado muchas ofertas, pero ninguna se adaptaba a lo que quería. “Algo coral, que no me obligase a llevar el peso en mis hombros. Me han ofrecido muchos papeles, de esos que le apetecen a cualquier actriz pero no a mí. Ya veremos, aunque pase lo que pase el 3 de febrero me marcho a rodar. No lo puedo evitar, la cámara me chifla”.