Jack Mitchell, fotógrafo del ballet
Aparte de figuras de la danza, retrató a numerosas celebridades, de Warhol a Capote, y Yoko Ono y John Lennon posaron para él poco antes de la muerte del cantante
Jack Mitchell (Florida, 1925) fue uno de los grandes fotógrafos del ballet del pasado siglo, así como autor de célebres retratos de figuras del mundo de la cultura. En 1952 dio a conocer sus primeras fotografías de ballet en la revista Dance Magazine, a la que se mantuvo vinculado casi toda su vida profesional. Fue el fotógrafo oficial del American Ballet Theatre, Les Grands Ballets Canadiens, el Ballet de Pennsylvania y el Alvin Ailey American Dance Theater, entre otros importantes conjuntos que solicitaron sus servicios de imagen. Durante varias décadas se ocupó de la sección Arts and Leisure de The New York Times y entre sus numerosos libros, hubo dos que le situaron a la cabeza de los gráficos dedicados a la danza: American Dance Portfolio (1964) y Dance Scene USA (1967).
Mitchell era un experto en la iluminación, que cuidaba en el estudio hasta en los mínimos detalles y que es palpable sobre todo en su repertorio en blanco y negro. Y no solamente se limitó a los bailarines y a las escenas de danza, sino que retrató desde un joven Arnold Schwarzenegger a una debutante Meryl Streep en The Saturday Evening Post. Hizo un trabajo titánico, paciente y continuado: una década fotografiando a la mítica Gloria Swanson tanto en la intimidad como en público, llegando a captar la imagen de la declinante diva en un consultorio médico cuando se sometía a un electrocardiograma. Entre sus muchos retratados célebres de otras artes y del cine están Anthony Quinn, Jack Nicholson, Leonard Bernstein, Keith Haring, Neil Simon, Angela Lansbury, Leontyne Price, Natalie Wood, Alfred Hitchcock, David Byrne, Truman Capote y Andy Warhol. Entre las figuras cimeras de la danza y el ballet del siglo XX, no falta nadie a su firma, incluyendo a Merce Cunningham en varias etapas de su carrera, a Twyla Tarp, Mijail Barishnikov, Natalia Makarova, Carla Fracci, Rudolf Nureyev o George Balanchine.
Directores de compañías norteamericanas como Kevin MacKenzie y Judith Jamison han reconocido la importancia de su ojo, su precisión y su manera de encontrar la imagen justa en el estilo adecuado, un paciente trabajo de muchas horas y miles de exposiciones con los bailarines ya sea en el salón de ensayos o en los escenarios. En 1995, Jack Mitchell se retiró oficialmente de la fotografía y en ese momento contabilizaba ya más de 150 portadas de revistas de danza, además de haber ideado grandes reportajes gráficos en Time, Life, Newsweek, Rolling Stone, Vanity Fair y Vogue, entre otras publicaciones.
En la biografía de Mitchell está muy presente su padre, que le apoyó desde adolescente en su pasión por la fotografía y le regaló su primera cámara, con la que captó la primera imagen que publicó, una toma de la actriz Verónica Lake. Al final de la II Guerra Mundial, Mitchell fue fotógrafo del ejército norteamericano en Italia, y terminada la contienda, el bailarín y coreógrafo Ted Shaw lo invita a visitar su sede en Jacob's Pillow, donde por primera vez se enfrenta a los cuerpos de los bailarines para retratarlos y descubre su pasión por la danza y el movimiento.
Hay otra anécdota que siempre es destacada en la trayectoria de Mitchell y tal vez su imagen más notoria fuera del ballet, y es la que hizo para The Times en noviembre de 1980 a John Lennon y Yoko Ono en su pequeño estudio de Manhattan, y que fue publicada el 9 de noviembre. Contó el propio Mirchell que después de aparecer la foto en The Times Yoko Ono lo llamó para preguntarle si podían usar aquella foto para su tarjeta de navidad, pero John Lennon fue asesinado el 8 de diciembre y Mitchell, 25 años después del crimen, recordó que les dio gustosamente el permiso, pero nunca supo si la postal llegó a imprimirse. Mitchell murió en Florida el 7 del pasado mes a los 88 años.
Babelia
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