_
_
_
_
crítica de 'la cabaña en el bosque'
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Contra el agotamiento

Sus creadores proponen un sofisticado juguete posmoderno donde prima el sentido del espectáculo y una voluntad lúdica

Los chicos encerrados en la cabaña del título.
Los chicos encerrados en la cabaña del título.

Cuando un género se cansa de sí mismo, a veces no empieza su decadencia, sino algo mucho más interesante. La cabaña en el bosque ya anuncia, desde su mismo cartel y su desconcertante primera secuencia, que no estamos ante el típico slasher donde un grupo de arquetipos de una pieza irán siendo eliminados según unas reglas ya gastadas por el uso. Joss Whedon y Drew Goddard, dos miembros de esa generación de creadores que se reconocen antes como fans de mitologías y modelos preexistentes que como fundadores de nuevos territorios —un poco al modo de J. J. Abrams—, no proponen una deconstrucción irónica y resabiada del género al modo de la saga Scream, sino un sofisticado juguete posmoderno donde prima, ante todo, el sentido del espectáculo y una transparente voluntad lúdica. Los cocreadores logran camuflar el potencial reflexivo de la operación bajo la síntesis de un subgénero previsible y mecánico por naturaleza, un marco cercano a la ciencia ficción y un sustrato lovecraftiano que, de manera sumamente ingeniosa, funciona como correlato simbólico de las mecánicas de producción y consumo de la ficción popular.

LA CABAÑA EN EL BOSQUE

Dirección: Drew Goddard.

Intérpretes: Richard Jenkins, Chris Hemworth, Kristen Connolly, Anna Hutchison, Fran Kranz, Amy Acker.

Género: terror. EE UU, 2012.

Duración: 95 minutos.

Un grupo de jóvenes, aislado en el monte, desencadena una amenaza que activará la lógica sustractiva del relato y su propio imperativo de supervivencia. Whedon y Goddard podían haber sorprendido al espectador con un giro estratégico a mitad de metraje, pero, desde el arranque, el espectador sabe que esta ficción no es inocente. Libre, sofisticada y plagada de guiños como un sueño húmedo de fan fatal, la película quizá se agota en su brillante concepto, pero tarda al menos 90 minutos en extraerle toda la diversión posible, que no es poca.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_