_
_
_
_
crítica de 'el juego de ender'
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Militarismo infantil

El filme se inspira en una serie de novelas de ciencia ficción a las que se le han esquilmado sus vertientes más complejas

Javier Ocaña

A veces Hollywood, como aquel aspirante a poeta nocturno, simplemente se confunde. Ve una saga de libros con niño y cree que es un filón para críos cuando no es más que una veta para adultos. Justo lo que ha ocurrido con El juego de Ender, inspirada en una serie de novelas de ciencia ficción de Orson Scott Card, a las que se le han esquilmado parte de sus vertientes más complejas para quedarse solo en el forro. Y el forro tiene un peligroso trazo grueso para los pequeños, que igual van al cine pensando en una de aventuras espaciales y se van a encontrar con un manual de militarismo infantil intrascendente en la forma pero trascendente en el fondo. O sea, pura confusión.

EL JUEGO DE ENDER

Dirección: Gavid Hood.

Intérpretes: Asa Butterfield, Harrison Ford, Ben Kingsley, Abigail Breslin, Hailee Steinfeld.

Género: ciencia ficción. EE UU, 2013.

Duración: 114 minutos.

Con determinadas películas protagonizadas por niños, pero utilizados estos como símbolo de una sociedad del futuro de corte distópico, es interesante componer el siguiente ejercicio: pensar en la misma película, con trama y personajes exactos, pero adultos. Si sigue siendo buena, será que la original, la palpable frente a la imaginada, era buena también. Con El juego de Ender, en cambio, ocurre algo paradigmático: la película fehaciente, la de los niños, es mala, pero si la imaginas con adultos, es peor. Sin apenas acción y con una cháchara confusa y plomiza, el clímax ni siquiera lo viven los personajes, que solo parecen manejar un videojuego. Lo que lleva a que sencillamente haya que quedarse con un sucedáneo para críos de la fase de instrucción de La chaqueta metálica, mucho “firmes, descansen, un, dos, un, dos”, sin la complejidad que podría haberse extraído de la historia original.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Javier Ocaña
Crítico de cine de EL PAÍS desde 2003. Profesor de cine para la Junta de Colegios Mayores de Madrid. Colaborador de 'Hoy por hoy', en la SER y de 'Historia de nuestro cine', en La2 de TVE. Autor de 'De Blancanieves a Kurosawa: La aventura de ver cine con los hijos'. Una vida disfrutando de las películas; media vida intentando desentrañar su arte.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_