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León Larregui: “Yo soy el loco creativo. Ellos me mantienen en lo terrenal”

La banda de rock mexicana Zoé lanza su quinto y último disco Programaton Entrevistamos a su líder y hacemos un repaso a su carrera

El líder de Zoé, León Larrigue
El líder de Zoé, León Larrigue

-Seño, otro tinto, porfa”.

El cliente no es un cliente cualquiera. Se llama León Larregui, nació en Coahuila (al norte de México) en 1973 y es el líder de Zoé, uno de los mayores fenómenos musicales de México. El escenario es un bar de aspecto castizo de La Condesa, el barrio de los bohemios del Distrito Federal. Copa de tinto en mano, Larregui luce tranquilo y como buen rockero, algo trasnochado, quizás pasando la cruda (resaca), quizás preparándose para la nueva parranda.

Rock alternativo, psicodélico, indie e incluso rock espacial. Con todos estos adjetivos ha sido definida la banda mexicana, formada en 1995 en Cuernavaca y conformada, además de Larregui, por el guitarrista Sergio Acosta, el tecladista Jesús Báez, el bajista Ángel Mosqueda y el batería Rodrigo Guardiola.

En este mundo hay peligros: Drogas, mujeres, alcohol. Todo eso te puede corromper".

Al igual que el grupo que lidera, León no se parece en nada al estereotipo mexicano. Pálido, delgado, greñudo y solícitamente desaliñado, encajaría más en los estantes del Britt Pop anglosajón que en los de la música mexicana tradicional. En su obra tampoco se detecta el menor signo folclórico. Ritmos mezclados, ecos, reverberaciones y melodías multiinstrumentales que delatan una pasión por la síntesis, por lo psicodélico, por la ostentación. El amor romántico, la seducción y el desengaño son sus argumentos sempiternos y por ello muchos podrían tacharles de cursis. Pero los premios, el público y los cientos de miles de discos vendidos les avalan como uno de los grupos de rock latino más potentes de los últimos años. Su tema más sonado, Labios rotos, atesora más de 13 millones de visionados en You Tube, verdadero termómetro del éxito de nuestros días.

Programaton es su quinto y esperado disco y promete seguir batiendo records. Su primer tema 10 A.M, ha causado autentico furor entre sus seguidores.

PREGUNTA. ¿Cómo definirías este nuevo disco?

RESPUESTA. Es un disco muy libre y muy honesto. Estamos en una etapa de regocijo, de seguridad creativa y de confianza. Es un buen momento y eso se refleja en el disco.

P. Alguna vez has definido Zoé como Rock espacial.

R. ¿Qué? ¿Yo he dicho eso?

P. Sí, en una entrevista de hace años lo dijiste.

R. Pues ahorita no lo diría. Me parece muy adolescente, la verdad. Es un rock más espiritual que espacial.

P. ¿Qué supone Programaton en la trayectoria de Zoé?

R. Llevamos preparando este disco desde 2009, pero llegó la afortunada interrupción del MTV Unplugged que fue una gira larga y muy sorprendente y luego vino mi disco en solitario. Nuestro último disco inédito fue en 2008 así que nos apetecía mucho regresar al estudio y crear. Tanto a nosotros como a nuestro público nos hacen falta canciones nuevas.

P. ¿Eres el jefe absoluto de Zoé?

R. No. Cada uno es bueno en una cosa. Ángel es el director musical. Sergio es el que lleva la producción. Yo escribo. Yo soy el loco creativo. Ellos me ayudan a mantenerme en lo terrenal, en la ciudad y en la calle.

P. Hablando de la calle, hace una semana secuestraron a un grupo musical español…

R. Me han contado que secuestraron virtualmente a mis amigos del grupo Delorean. ¿No? (Trata de contener la risa)

P. Eres cruel con tus amigos.

R. No, no. Es que me han contado que fue muy chistoso. Que unos caquitos maleantes les engañaron. Pobres…

Bunbury es un Dios. No puedo creer que él, que era mi héroe, haya cantado al lado mío. Un gran personaje, un tipazo".

P. ¿Consideras el Distrito federal una ciudad segura?

R. La verdad es bastante segura. Yo soy de aquí y ya estoy acostumbrado a caminar por la calle con un ojo en la espalda. Cuando vas a Europa te das cuenta de que ya no necesitas estar atento. Aquí sí. Pero todo lo que refleja la prensa es exagerado.

P. ¿Alguna vez te han asaltado?

R. Sí. Pero hace mucho. En los años noventa.

P. ¿Cómo fue?

R. Fue horrible.

P. Cuéntamelo.

R. No. No voy a hacerle mala publicidad a mi país.

P. Cambiemos de tema. ¿Por qué os llamáis Zoé?

R. En México casi todos los grupos de los años noventa tenían nombres larguísimos. Nosotros éramos fans del Britt Pop, de Oasis, de The Verbe, de Blur. Y queríamos hacer algo más parecido a eso. Por eso aprovechamos que la hermana de la novia de Sergio se llamaba Zoé. Luego nos enteramos de que en griego antiguo significa: vida. Y dijimos: qué chido (qué bueno).

P. También os influenció el rock hispano.

R. Sí. En los ochenta surgió un boom en rock en español. Escuchábamos Hombres G, los argentinos Soda Stereo, los mexicanos Caifanes. Y Nacha Pop que era uno de mis grupos favoritos. En esa época compartíamos el cassette, grabábamos canciones de la tele, de cualquier manera. Estábamos fascinados: ¿Qué onda? Tengo un tema increíble, te lo voy a grabar.

P. Cada descubrimiento era único.

R. Sí. A huevo. Así compartíamos la música, nada de enviar emails con 40 temas. A finales de los ochenta  grabé una canción de Charlatans UK que me dejó completamente afectado. No podía creerlo. Estaba: “Qué pedo, esto es lo máximo”. Agarré mi carro y fui a Tepozlán, a casa de Sergio Acosta (el guitarrista) y la replicamos mil veces. Se me iluminó la cabeza. Y lo más bonito de todo es que unos 15 años después, Tim Burgess el cantante de Charlatans, cantó en una canción de Zoé, Corazón atómico.

P. ¿Cómo fueron vuestros comienzos?

R. En 1997 firmamos con la disquera Emy y estábamos muy ilusionados. Pero dos años después sin haber sacado ningún disco nos dieron carta de retiro. Fue la depresión más grande de mi vida. Tenía 23 o 24 años y pensé en tirar la toalla. 

P. ¿Qué hubiera sido de León si hubiera dejado la música?

R. Yo hacía animación por computadora y me iba bastante bien. Me hubiera clavado de lleno a eso.

P. Pero insististe.

R. Es cierto que estuvimos a punto de dejarlo varias veces, pero algún amigo nos dejó lana y nos pusimos a grabar en un estudio. Nos costó mucho trabajo. Zoé era lo más importante de nuestra vida, pero no nos daba para comer. Y yo decía: Por favor, dadme chance, un disco más, solamente un disco más. Y bueno, ocurrió.

P. ¿Cómo fuisteis abriéndoos camino en España?

R. Aunque las disqueras no nos apoyaron, hicimos alianzas con muchas bandas españolas como Los Héroes del Silencio, Dorian o Vetusta Morla. Bunbury fue nuestra primera alianza. Él nos llamó en 2006. (Imita el español): “He ezcuchado su dizco en mi furgoneta, me guzta mucho. Quiero que los chicoz vengan a verme”. Y fuimos a verle a Ciudad Juárez y allí empezó nuestra amistad. Luego cantó con nosotros en el tema Nada y hasta nos fuimos juntos de gira.

P. ¿Qué significa Bunbury para ti?

R. Bunbury es un Dios. Es lo máximo. No puedo creer que él, que era mi héroe, haya cantado al lado mío. Es algo muy bonito. Un gran personaje, un tipazo.

P. Dicen que en España solo teníais público latino.

R. Si, al principio solo había mexicanos y latinos en nuestros conciertos. Pero cada vez hay más españoles y eso nos hace muy felices. No es que seamos muy famosos, pero ya podemos mantenernos.

P. ¿Qué es lo mejor de ser músico?

R. Es el mejor trabajo del mundo. Cuando a alguien le da flojera ensayar se lo recordamos. Imagínate dedicarte solo a expresarte artísticamente. ¿Puedes imaginarte algo mejor? ¿Qué más puedes pedir cabrón?

P. Un amigo tuyo, Adanowsky, diría que lo mejor de ser músico es…

R. ¡Las mujeres! Si, qué tipazo Adan. Y es cierto, también este mundo te da esas cosas mundanas (se ríe). Pero es lo más vulgar.

P. ¿Y la parte más negativa?

R. Estar lejos de casa. A veces pienso: Cómo me gustaría no moverme de casa, estar con mis amigos y mi familia, llevando una vida normal, sin tener que viajar todo el tiempo. También puede llegar a ser peligrosa la libertad que te da el mundo de la música. Puede convertirse en libertinaje destructivo.

P. En qué sentido ¿Las mujeres, la droga, el alcohol?

R. Vives fueras de las reglas. Tu vida es una vacación. En este mundo hay peligros: Drogas, mujeres, alcohol. Todo eso te puede corromper.

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