“El humor negro va mucho con el carácter mexicano. Es un escudo”
La directora mexicana Kenya Márquez estrena su ópera prima 'Fecha de caducidad' dos años después de rodarla
En las últimas semanas, Kenya Márquez ha entrado en varias salas de cine mexicanas en las que se exhibe la película Fecha de Caducidad. No lo hace para ver la cinta, que conoce plano a plano porque es su directora. Entra, se sienta y observa cómo reacciona la gente: algunos ríen de nerviosismo, otros parecen indiferentes, pero siente que los más salen satisfechos. Es su recompensa personal después de haber esperado tanto tiempo desde que terminara el rodaje -hace dos años- hasta su estreno en las salas.
Ni siquiera sabe cuánto ha recaudado su primer largometraje en las tres semanas que lleva en las carteleras mexicanas. “Por salud mental”, bromea Kenya. Es una broma pero tiene parte de verdad porque sabe que una producción como la suya - la cinta tuvo un modesto presupuesto de unos ocho millones de pesos, poco más de 600.000 dólares - lo tiene difícil para hacerse un hueco entre las películas más vistas por los mexicanos.
“Los exhibidores no te dan ni siquiera dos semanas para convencer al público: si no tienes el promedio de espectadores de las películas estadounidenses, te quitan salas y horarios. Sin una fuerte inversión en publicidad, es una batalla perdida: te lo juegas todo en la primera semana”, explica esta tapatía - natural de Guadalajara - pero afincada en DF. Es la eterna queja de los cineastas mexicanos, que ven cómo es prácticamente imposible enfrentarse al Goliat hollywoodiense a pesar de que las cintas nacionales tengan reconocimientos por su calidad.
Es el caso de Fecha de Caducidad, un nombre paradójico para una cinta de 2011 que ha tenido que aguantar en nevera más de dos años ante de estrenarse en México, el pasado 30 de agosto. Incluso los espectadores argentinos, estadounidenses y peruanos pudieron verla en las salas de sus países ocho meses antes. La cinta fue galardonada en el Festival Internacional de Cine de Morelia y en otras muestras como la de Miami, Brasil, Moscú y Vancouver, además de haber sido exhibida en más de una veintena de festivales internacionales.
“Siento que el cine mexicano ha logrado que los espectadores se deshagan de prejuicios, ya están más dispuestos a ir a ver una cinta de México, pero eso no se corresponde con el trabajo de las autoridades. Deberían hacer leyes cinematográficas que protejan el cine mexicano, como en otros países. Además, ahora hay mucha más diversidad de géneros que atraen al público”.
Su película corresponde a uno de esos géneros en los que el cine mexicano está incursionando: la comedia negra. “Es cierto que no es un género muy extendido pero creo que le va muy bien al carácter mexicano. Tenemos un humor muy negro, creo que porque nos ha ido tan mal históricamente que se ha convertido en una especie de escudo”, explica Márquez, cuyos cortometrajes también tienen este estilo.
Fecha de Caducidad es una comedia negra con una cuidada fotografía y una estructura que juega con los puntos de vista desde los que se narra la historia. Tres vidas que se entrecruzan y donde no se sabe cómo es realmente cada uno hasta el final: Ramona, una anciana madre atormentada por la desaparición de su hijo; Mariana, una joven que huye de su pueblo hacia la ciudad para esconder un secreto; y Genaro, un siniestro personaje que colecciona recortes de prensa de asesinatos. Una especie de puzle en el que el espectador va juntando piezas para construir el relato.
En el México en el que los asesinatos son portada diaria de los periódicos y donde en los últimos años se han producido miles de desapariciones, mezclar el drama con el humor parece arriesgado. “Era muy importante contar lo que me preocupa como mexicana aunque fuera una comedia: hablo del narcotráfico, la inmigración, los desaparecidos, el matriarcado, la impunidad… Cuando la presenté en lugares como Tamaulipas temí que el público no lo recibiera bien pero he aprendido que mucha gente se alegra de que hablemos de ello de una manera más sutil, sin que sea el centro de la película”.
Kenya Márquez ya tiene otro guion entre manos que espera comenzar a rodar en 2014. Confía en que la buena acogida de Fecha de caducidad le ayude a que las cosas vayan más rápidas esta vez: “Tengo 41 años. Si es igual de difícil y quiero hacer más de tres películas, voy a terminar rodando a los 80”.
Babelia
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