Scarlett Johansson, diva alienígena en Venecia

Una Scarlett Johansson sensualísima, en versión morena y fémina despiadada es la diva absoluta de la séptima jornada de la Mostra. La actriz interpreta a una alienígena que explota sus espectaculares formas para seducir hombres. Pero detrás de un bello rostro se esconde la cazadora de hombres musculosos. La presa cae, y ella la transforma en el jamón que alimenta extraterrestres hambrientos. Ese es el tema de la película Under the Skin del británico Jonathan Glazer, en competición por el León de Oro.

“En la película se mete en mi piel una alienígena. No creo que esta sea una obra que se pueda etiquetar como de fantasía porque plantea preguntas complejas y existenciales. Aunque mi personaje sea una criatura extraterrestre, percibe emociones desconocidas y descubre su lado humano”, explica la joven actriz al diario oficial de la Mostra, Ciak. La diva de Hollywood fue la protagonista de Lost in Translation (2003) de Sofia Coppola, fuera de concurso en la Mostra en 2002. Como algunos ejemplos, trabajó bajo las órdenes de Robert Redford en El hombre que susurraba a los caballos (1998) de Robert Redford, y ha encarnado a una estupenda Janet Leigh en Hitchcock (2012), o ha sido amante fugaz de Javier Bardem en Vicky Cristina Barcelona (2008).

Sin duda alguna, Scarlett Johansson (Nueva York, 1984) es la estrella favorita de los paparazis y la que le pone otra vez un toque de glamour al certamen, tras el ciclón de George Clooney, protagonista con Sandra Bullock de Gravity, dirigida por el mexicano Alfonso Cuarón. Para despistar a los fotógrafos, los responsables de la imagen de la joven actriz dijeron que se hospedaría en tres hoteles diferentes. Lo que no es un secreto entre los chefs venecianos son sus caprichos alimenticios: sí a los mariscos, al pollo y al ajo. Come carne roja en la gran pantalla, pero no en la vida cotidiana, pues ha solicitado que no le preparen nada que contenga carne de animales con cuatro patas. Esta noche desfilará por la alfombra roja, para la felicidad de los fanáticos que, la esperan desde esta mañana bajo el sol del Lido. Ya llegó media hora tarde a la proyección de The Black Dahlia de Brian de Palma en la 63 edición del certamen en 2006. Un nutrido grupo de admiradores le robaron unos minutos y algunos autógrafos.

Ana Arabia de Amos Gitai. En la séptima jornada del certamen además de Under the skin compite en la sección oficial, Ana Arabia de Amos Gitai, la historia de una periodista israelí de religión musulmana que viaja a un barrio de Jerusalén para realizar un reportaje. Gitai ha rodado el filme en un único plano secuencia.

La película de Kim ki-duk que Corea censuró. El escandaloso director coreano Kim ki-duk no compite en esta edición, pues el año pasado se llevó el León de Oro a la mejor película, Pietá. Fuera del concurso regresa a Venecia con Moebius, que promete impactar al público con fuertes escenas de sexo, violencia, castración e incesto. Y por tales provocaciones la cinta ha sido censurada en su país. En declaraciones al diario italiano, La Reppublica declaraba: “A la gente le gustaría vivir con su propia moralidad, pero esto no se le puede pedir al cine, la pantalla no debe sostener ninguna moral, debe ir más allá de cualquier tipo de moral”.

Locke de Steven Knight, fuera de la competición. La prensa internacional se pregunta por qué un filme original y con buen guion ha quedado fuera de la competición. Estamos hablando de Locke, escrita y dirigida por Steven Knight, proyectado ayer en el sexto día del calendario. La cara intensa del protagonista, Tom Hardy (el malvado Bane en el último episodio de Batman) da vida a un thriller rodado en un automóvil. El conductor viaja en coche por la autopista rumbo a Londres. En el camino recibe una serie de llamadas que le cambian la vida. “Lástima que esta emocionante aventura humana esté fuera de concurso”, escribe la prestigiosa firma de La Reppublica, Natalia Aspesi.

Terry Gilliam divide con The Zero Theorem. Lo amas o lo odias. Eso sucede con el cine de Terry Gilliam y eso ha ocurrido con su último trabajo, The Zero Theorem, también visto ayer en la sección oficial. La película narra el mundo en que nos movemos, siempre conectados a las redes sociales, pero cada vez más solos y aislados. Le Monde y The Guardian, no lo machacan, pero tampoco lo alaban. Para Carlos Boyero de EL PAÍS la película solo corrobora sus prejuicios hacia la obra del realizador y ni siquiera la rescata la presencia del actor Cristoph Waltz. 

Amstrong a pecho descubierto. Cuenta el director de The Amstrong Lies, Alex Gibney, ganador de un Oscar, en 2008 por Taxi al lado oscuro, que, en 2009 cuando prepraba una película sobre el retorno al ciclismo del ganador de siete Tours de Francia, Lance Amstrong, todo iba sobre ruedas, hasta que se concoció la verdad: Amstrong había ganado, sí, pero dopándose, según aclaró en su momento la Agencia Antidopaje de Estados Unidos. Más adelante, el atleta confesó todo en una larga entrevista con Oprah Winrey. Así las cosas, Gibney cambió el guion original para llevar al cine las mentiras del que fuera un héroe del ciclismo. La película fue presentada ayer fuera de la competición y prácticamente ha pasado inadvertida por gran parte de la prensa.