Charles Saatchi rompe las subastas
El galerista saca a la venta 50 grandes esculturas sin precio mínimo de salida La puja se celebrará el próximo 17 de octubre Se acaba de divorciar de Nigella Lawson,
Charles Saatchi va a sacar a la venta 50 grandes esculturas y está dispuesto a romper el modelo tradicional de las subastas porque ha decidido no imponer ningún precio mínimo de salida. Eso es algo muy poco habitual en el mercado del arte y amenaza con poner en evidencia a aquellos artistas cuyas obras se acaben vendiendo a precio de saldo.
La noticia de la subasta, adelantada este viernes por el diario londinense The Guardian, coincide con el anuncio el pasado miércoles de que Saatchi y Nigella Lawson, su mujer durante 10 años, han obtenido el primer visto bueno judicial para divorciarse. Si nadie aporta razones para oponerse al divorcio, este será efectivo dentro de seis semanas.
Pero la galería Saatchi ha negado cualquier relación entre la subasta y el divorcio de su propietario. “No tiene absolutamente nada que ver. Hemos estado trabajando en esto durante mucho tiempo. Puedo afirmarlo de forma categórica”, ha declarado Philippa Adams, directora de la galería. Y ha asegurado que la recaudación de la subasta se destinará a los programas educativos y a mantener el acceso gratuito del público a la galería.
La subasta se celebrará el 17 de octubre organizada por Christie’s e incluirá esculturas de la alemana Isa Genzken, la belga Berlinde de Bruyckere, la escocesa Karla Black y el canadiense David Altmejd, que acaban de representar a sus países en la Bienal de Venecia, explica The Guardian. También saldrán a subasta piezas de Tracey Emin, Kader Attia, David Batchelor, Björn Dahlem y Jake y Dinos Chapman, entre otros.
Las obras que saldrán a la venta son en general de gran tamaño, por lo que la tradicional exposición previa a la subasta no se realizará en la sede de Christie’s sino en un almacén londinense.
La decisión de Charles Saatchi de romper la tradición y sacarlas a la venta sin precio orientativo y sin un mínimo garantizado para que la venta sea ejecutada supone un atractivo adicional pero, sobre todo, un riesgo para el prestigio de los artistas. Tradicionalmente, si nadie ofrece el precio mínimo, la obra se retira de la venta. Pero eso no será así en esta ocasión, lo que va a medir el verdadero apetito del mercado por cada uno de los artistas con obras a subasta.
Charles Saatchi se hizo rico junto a su hermano Maurice en el mundo de la publicidad en los años setenta e invirtió parte de su fortuna en artistas jóvenes y desconocidos del gran público. Con ese fondo artístico fundó la galería que lleva su nombre y desde siempre lo ha ido renovando, vendiendo unas obras para comprar otras nuevas. En julio de 2010 donó más de 200 obras al público británico.
En junio, un tabloide londinense publicó unas comprometedoras fotos en las que se le veía al galerista agarrando del cuello a su mujer, la escritora gastronómica Nigella Lawson, en la terraza de su restaurante favorito en Mayfair, en el centro de Londres. Las fotos provocaron un gran escándalo y el galerista aceptó una amonestación de la policía por violencia doméstica. El incidente afectó de tal manera a la pareja que unas semanas después Charles anunció que habían decidido divorciarse. Un juez les concedió el divorcio en primera instancia tras una audiencia que duró menos de un minuto el 31 de julio. El divorció será efectivo seis semanas y un día después de aquella decisión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.