El género como laberinto
La directora maneja su material con diligencia militante y no pasa por alto ninguna de las sutilezas que entran en juego en el conflicto transexual que plantea la película
En una secuencia de Romeos, la protagonista, una transexual que se halla en pleno proceso de reasignación de género —de mujer a hombre, de Miriam a Lukas— escucha las reservas de su más íntima amiga, una lesbiana sumida en la perplejidad al ver que el nuevo objeto de deseo de Lukas es un chico homosexual. Dejar las cosas como estaban hubiese sido mucho más fácil, apunta. Es una secuencia en la que emerge toda la carga de complejidad de este primer largometraje de la alemana Sabine Bernardi. La transexualidad no tiene por qué estar asociada con una determinada dirección de los afectos: Miriam/Lukas es una identidad en tránsito, alguien que nació con sexo femenino, pero que lucha por encontrar la identidad en la que realmente se reconoce, que es la de un hombre homosexual. En suma, una figura que puede resultar indescifrable si se contempla bajo la miopía heteronormativa, pero que, en el grupo humano que aísla Romeos —integrado por gais, lesbianas y heterosexuales—, sigue resultando problemática.
ROMEOS
Dirección: Sabine Bernardi.
Intérpretes: Rick Okon, Maximilian Befort, Liv Lisa Fries, Felix Brocke, Silke Geertz, Gilles Tschudi.
Género: drama. Alemania, 2011.
Duración: 94 minutos.
La directora maneja su material con diligencia militante y no pasa por alto ninguna de las sutilezas que entran en juego en el conflicto que plantea la película. Lo que acaba diluyendo la fuerza de su planteamiento y la pertinencia de su mensaje es su palpable despreocupación por la puesta en escena: Romeos es una película valiente y honesta, pero también tosca, torpe e irremediablemente antipática en sus formas.
La película tiene a su mayor efectivo en la figura del actor protagonista, Rick Okon, que entrega toda su energía a dotar de verdad y vulnerabilidad a un personaje incómodo con su propio cuerpo, aislado en medio de las explosiones de sensualidad y hedonismo de ese nuevo grupo de amigos en el que no puede integrarse por completo sin revelar su secreto. La tensa entrevista con un burócrata y la airada reacción de Fabio, el objeto de deseo, al descubrir la transexualidad de Lukas señalan prejuicios de diverso signo ante el campo de batalla de las identidades de género.
Babelia
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