Las cenizas del botín del Kunsthal contienen “restos de cuadros”
Los investigadores hallan "pigmentos para las pinturas" en desuso desde la mitad del siglo XX Continúan los análisis de los presuntos residuos de los 'picasso', 'monet' y 'gauguin' robados
Las cenizas encontradas en la casa de la madre de uno de los rumanos acusados de haber cometido un espectacular robo de siete lienzos en octubre de 2012 de grandes maestros como Picasso, Monet o Gauguin del Centro de Arte de Rotterdam (Kunsthal) contienen “fragmentos de cuadros al óleo que ha sido quemados”. Así lo ha declarado el museo a cargo del análisis a la agencia AFP. “Hemos descubierto pigmentos especiales para las pinturas, muy caros, que no se han usado desde la segunda mitad del siglo XX”, ha indicado el director del Museo Nacional de Historia de Rumanía Ernest Oberländer-Tarnoveanu”.
La madre del detenido Radu Dogaru dijo a los investigadores que había decidido quemar las siete obras con el fin de destruir las pruebas, y había enterrado los restos en el jardín de una casa abandonada, que se encuentra junto a un cementerio, en el este de Rumanía. Junto con su hijo, hay otros seis rumanos que serán juzgados a partir del 13 de agosto por uno de los robos de arte más importantes del siglo XX. Se estima que el valor de los lienzos asciende a 18 millones de euros.
Oberländer-Tarnoveanu ha precisado que estos pigmentos que se han hallado en las cenizas, compuestos de estaño, plomo y zinc, fueron empleados a partir del Renacimiento pero están hoy prohibidos. El análisis ha revelado que, de entre los muchos restos de los cuadros, hay trazas de azul, amarillo y rojo, y también de clavos.
El director del museo no ha querido confirmar de todas formas si considera que los cuadros robados han sido quemados. ”Eso deben determinarlo los investigadores”, ha agregado, dado que no se puede establecer aún ninguna conclusión. Sin medias tintas en este caso, el director del museo ha declarado que, de llegarse a verificar la destrucción de los lienzos, estaríamos ante “un crimen monstruoso, una barbarie y un crimen contra la humanidad”.
En menos de 90 segundos, desaparecieron del museo de Rotterdam los óleos Cabeza de arlequín, de Picasso (1971); La lectora en blanco y amarillo, de Henri Matisse (1919); El puente de Charing Cross y El puente de Waterloo, de Londres, dos pasteles de Claude Monet (1901); además de Mujer ante una ventana abierta, de Paul Gauguin (1888); Autorretrato, de Meyer de Haan (1889-1891), y Mujer con los ojos cerrados, pintado por Lucian Freud en 2002.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.