Cuando competencia razonable es igual a excepción cultural

La semana que viene toca mercadillo. El del cine español, que llega a la octava edición del Madrid de Cine-Spanish Film Screenings, que se celebra del 17 al 19 de junio y en el que 69 compradores de todo el mundo podrán visionar 39 títulos españoles (14 de ellos se ven por primera vez en un mercado internacional), además de otras 100 disponibles en la videoteca en el Conde Duque. En ese centro cultural, junto a las oficinas, se realizarán las entrevistas de promoción de actores y directores con periodistas de 35 medios internacionales (por primera vez habrá representantes de México, Japón y Brasil). Para presentar el evento, que contará este año con el apadrinamiento de José Coronado, esta mañana en la Academia del Cine se juntaron representantes de los productores, del ICAA, de EGEDA, de la Comunidad de Madrid, de Acción Cultural Española, del Ayuntamiento de Madrid y del ICEX, junto al anfitrión, el presidente de la Academia.

Sus intervenciones se pueden resumir en el recuerdo común al productor Elías Querejeta, fallecido el pasado domingo, y en las buenas palabras destinadas al cine español. Un ejemplo: Carmen González, viceconsejera de Turismo y Cultura de la Comunidad de Madrid, se congratuló de que el 49% de la facturación del audiovisual –y el 44,4% de sus trabajadores- se realice en esta comunidad. No será por las ayudas a los largometrajes de este Gobierno regional (inexistentes) o por su compromiso con la televisión de la Comunidad (Telemadrid).

España se rige por la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la Unesco de 2005 que protege esa diversidad cultural", dice la directora del ICAA

En realidad, la invitada tapada era Susana de la Sierra, directora general del ICAA, el organismo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte que se encarga del cine. Ayer su jefe superior, el ministro José Ignacio Wert, dijo en Estrasburgo que España se aliena “más que en la excepción cultural europea en la existencia de una competencia razonable”, el mismo día que varios cineastas se reunían con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, para pedir que se mantenga esa excepción cultural europea en las próximas negociaciones de los GATT (los tratados de libre comercio). Y eso que Wert había firmado con otros 13 ministros de Cultura un carta durante el certamen de Cannes en apoyo a la excepción. De la Sierra ha explicado que, más allá de que la definición de “competencia razonable” habría que pedírsela a Wert, España se rige, como casi todos los países, por la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO, en vigor desde 2005, “que protege la diversidad cultural (y ahí entra la cinematográfica) y que en su artículo 20 avisa de su obligatorio cumplimiento por encima de otros tratados”. Y siguió: “El cine no es una industria cualquiera. Es obvio que vive una situación manifiesta de competencia no perfecta”. La directora general insistió en que “el libre mercado harían que se perdieran voces, desaparecerían industrias cinematográficas nacionales completas”.

En cuanto al retraso de la Comunicación Cine que iba a salir de la UE, Susana de la Sierra cree que se está posponiendo “para que no se mezcle con esta negociación de los GATT”. Y de la Ley del Cine española, de la posible mejora en las exenciones fiscales –incremento rechazado por el Ministerio de Hacienda y que en teoría iba a servir como base para la nueva regulación-, la directora general explicó: “Notamos más receptivo al Ministerio de Hacienda con las propuestas del sector en nuestras reuniones periódicas. Empiezan a entender que es una industria especial”. Ahora bien, cuánto de receptivo está el ministro Cristóbal Montoro es otra cuestión. Tampoco se ha cumplido la cita de la cacareada fecha del 31 de mayo, que Wert confirmó como día en que habría un acuerdo entre todas las partes para un nuevo marco legislativo. No habrá nueva Ley del Cine el 1 de enero de 2014. Al menos consensuada.