El manifiesto de un Día del Teatro celebrado en medio de la crisis

En medio a la recesión que enfrenta Europa, el manifiesto internacional por el Día Mundial del Teatro, escrito por el italiano Darío Fo, ganador del Nobel de Literatura de 1997, alude a los desafíos que vuelven a imponerse a dramaturgos y actores por la crisis y recuerda la persecución sufrida por el teatro en diferentes momentos de la historia. El texto, encargado anualmente a una personalidad del arte dramático, ha sido traducido a más de 20 idiomas para ser leído en decenas de países.

“Actualmente, los actores y las compañías teatrales tienen dificultades para encontrar escenarios públicos, teatros y espectadores, todo a causa de la crisis. Los dirigentes, por tanto, ya no están preocupados por controlar a aquellos que los citan con ironía y sarcasmo, ya que no hay sitio para los actores, ni público al que dirigirse”, ha escrito el escritor y actor italiano.

El manifiesto de Fo expresa la preocupación por el futuro del arte dramático en un momento en que la crisis afecta directamente el sector -en España, los efectos de la subida del IVA cultural del 8% al 21% han empezado a desangrar la asistencia del público a las salas de teatro- y concluye con una ironía sobre la resolución de la actual situación económica: “La única solución a la crisis se basa en la esperanza de que se organice una gran caza de brujas contra nosotros y especialmente contra la gente joven que desea aprender el arte del teatro: Una nueva diáspora de comediantes que, desde tal imposición, sin lugar a dudas provocará beneficios inimaginables por el bien de una nueva representación”.

El manifiesto de Fo ha sido leído ayer en Madrid en la Casa Museo Lope de Vega por la actriz Isabelle Stoffel. Más de 100 actividades están programadas en 68 espacios y convirtieron a la ciudad por un día en la capital europea del teatro, según palabras del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.