Otfried Preussler, mago alemán de la literatura infantil
Los 32 títulos del autor de 'La pequeña bruja', traducidos a 55 idiomas, han vendido más de cincuenta millones de ejemplares
Los 32 libros escritos por Otfried Preussler están traducidos a 55 idiomas. Sus personajes más célebres son los que protagonizan El bandido Saltodemata (2011), La pequeña bruja (2010), o El pequeño fantasma (2001), y, sobre todo, el héroe de Krabat y el molino del diablo (2009), todos ellos publicados en España por Noguer Ediciones. Krabat se basa en una saga de la minoría serbia en la región de Brandeburgo y cuenta la historia de un joven brujo que se enfrenta a las fuerzas oscuras encarnadas por un molinero del que es aprendiz. Preussler pasa por uno de los principales autores mundiales de literatura infantil y juvenil en las últimas décadas, con más de 50 millones de ejemplares vendidos; su producción teatral también le ha convertido en uno de los autores contemporáneos más representados. En España, además de al castellano, está traducido al catalán y al euskera. El Frankfurter Allgemeine Zeitung califica sus novelas de “auténticas obras maestras”.
Nació en 1923 en la localidad bohemia de Reichenberg, hoy llamada Liberec, en la actual República Checa. Contaba que “el libro de cuentos de la abuela, que en realidad no existía, fue el más importante” de su vida. Se refería a las narraciones orales que la madre de su padre, llamada Dora, le contaba de niño. Sus antepasados eran artesanos del cristal el Bohemia. Su padre —maestro de escuela igual que su madre, profesión que también seguiría el autor— era además un apasionado de las sagas orales de la zona, que recopilaba y transcribía para la posteridad. Según recordaba Preussler, lo apoyó en su afición por la escritura y en sus aspiraciones profesionales. Quería vivir en Praga e impartir clases en la universidad.
Recién terminado su bachillerato en 1942, el joven fue llamado a las filas de la Wehrmacht, el Ejército regular de la Alemania nazi. Combatió en el frente oriental y en 1944 cayó prisionero de los rusos, que lo liberaron al cabo de cinco años. Cuando Alemania se retiró de Bohemia, el futuro autor se desplazó a Baviera, como muchos otros desplazados por la merma de los territorios orientales alemanes, En la localidad bávara de Rosenheim se reunió con su prometida y otros miembros de su familia. Inició una carrera universitaria con las miras puestas en la docencia mientras escribía para programas de radio dirigidos al público infantil. Aunque publicó su primer libro en 1956, trabajaría de profesor de primaria y de rector en la escuela pública de Rosenheim que ahora lleva su nombre hasta 1970.
En 1957 publicó La pequeña bruja. Los tres tomos con aventuras del Bandido Saltodemata se publicaron en 1962, 1969 y 1973, respectivamente. Escribió durante diez años en Krabat, publicado en 1971, cuando dejó la docencia y acababa de establecerse como escritor profesional gracias a los ingresos de sus libros anteriores.
la receta de su éxito consistía en huir del afán moralizante: “Lo que los niños desean”, afirmó, “es leer historias que alimenten su imaginación y que les permitan adentrarse en el camino de la poesía, que les ayuden a superar algunos de sus temores”. A quienes le replicaban que los niños de la era de Internet y los SMS ya no querían saber nada de brujas, geniecillos y hechiceros, de historias escapistas ajenas a toda realidad, Preussler respondía que la capacidad de “fantasear y soñar” era de “una importancia vital”, algo que “constituía al ser humano como tal”.
No cabe duda de que el autor se tomaba muy en serio a sus pequeños lectores. Buena parte de su tiempo lo dedicaba a contestar la correspondencia que estos le enviaban desde todos los rincones del mundo.
Preussler recibió incontables galardones, entre ellos los premios alemán y europeo de literatura juvenil, el Premio de Literatura Eichendorff y la Gran Cruz al Mérito de la República Federal de Alemania. Vivía retirado y, según aseguró, trabajando en la narración de sus experiencias en la II Guerra Mundial. Prohibió su publicación mientras estuviera vivo. El veto quedó levantado a partir d el 18 de febrero, cuando murió en la localidad bávara de Prien, a los 89 años.
Babelia
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